Queridos hermanos (y al que salte con eso de "me la ***** con la mano le cito el Panchatantra completo).
Queridos tíos, repito, ya que desde que contraje el virus llamado en Francia "Le gros patapoum" me he encontrado mucha gente que piensa así, no sólo Ferdowni.
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Cuando el más alto coeficiente intelectual interpretable históricamente (San Agustín) vió al crío aquel dándose la paliza con el cubito en la playa tratanto de vaciar el mar en su pocito y le trató de explicar al infantín la imposibilidad manifiesta del acto, recordad que el niño le saltó: "¡Pos anda que tú, que estás siempre tratando de entender a Dios...!!".
Ya sé -soy católico hasta las cachas- que Dios no tiene nada que ver con HD, si exceptuamos esas habladurías que acusan al Hijo de Dios de sobresaltar las autopistas del cielo con su JDCA en las grandes celebraciones
y sin casco.
(Seguro que es una leyenda urbana más). Pero dada la trascendencia de las razones que veo en estas locomotoras sin raíles, y el hecho impepinable de que son raznones compartidas por mpogollón de gente mejor preparada que yo, dejadme aportar humildemente algunos datos cosechados a base de memoria y observación. De la parte taller prefiero ahorrarme el tecleo, aunque si alguno quiere razones también tengo y muchas. Tengo tantas razones de la supremacía Harley en el terreno taller, que puestas sobre el hombro del bisabuelo de Willie G. Davidson iba a parecer la sota de bastos.
Pero, como ya digo un pelín más arriba, no me he puesto a dar explicaciones de la superioridad astronómica de Harley sobre todas las demás por razones lógicas, sino empíricas. Y la empírica, queridos hermanos, mueve el mundo....
cosa que la Lógica jamás ha hecho! (Affaire ZP por no ir más lejos).
La Harley es más, es muchíííísimo más que todo lo que un avezado técnico o un avezado estudioso (¡¡¿eh, recordáis la tesis doctoral japonesa del 85?!!) o un megatécnico de la Ciudad Prohibida de Renault pueden explicar. ¿Y sabéis porqué?
Porque no hay explicación para ellos.
Francia nos da papas con tenedor en muchas cosas a los españoles. Y no me refiero al Sarko. Y en este caso no iba a ser menos:
Cuando llegamos al terreno de poder volar como un missil japonés a más de 330 a ala hora con una Harley, abrimos la caja de los truenos de los remapeos, los neumáticos y las tarifas de las esquelas mortuorias. El francés motarra te escucha sin pestañear, y te aconsejará displicentemente que te compres una "Busa".
Cuando invadimos el terreno del maltrato no sólo constante sino con recochineo que
aparentemente ejercitan los concesionarios en nuestras sufridas personas y lo comentas en la douce France, te salta ipso-flauto algún miembro de la animada tertulia que eso debe ser como las putas, que cuanto más complicadas, intratables, insoportables, irritable e irritantes sean... más caras se pagan.
Y, para terminar, como explicación-colofón definitivo sólo para quienes el corazón importa mucho porque mueve el cerebro y el sexo a la vez y jamás se aclara cuál prioriza, allá va la lección
A-B-S-O-J-O-D-I-D-A-M-E-N-T-E MÁS MAGISTRAL que nunca nadie haya ofrecido gratuitamente a nadie para explicar el fenómeno:
Tornillos que se aflojan, cables que se rompen, instalación que va a su bola, plazos que se los pasan por el escroto, tickets de abonos a la grúa del seguro, consumo elevadísimo (gasolina) y absurdo (aceite), bombillas que se funden en su propia caja al oir la palabra Harley, cromados y lacados à la UGT (o sea, pa dal puelkulo), descubrimientos nada gratos sobre nuestros propios gustos con el ruido de NUESTRA moto, problemas sin fin con la parienta, con los amigos, con el curro, con la cartera, con los vecinos, dedos dormidos, manos dormidas, muñecas dormidas, culo dormido, pies insensibles, rodillas dormidas, nabo dormido, reacciones homicidas ante palabras mágicas como "ITV", "homologación", etc....... Nada, absolutamente nada de toda esta lista de magnas putadas tendrían lugar si viajamos en un confortabilísimo expreso bávaro BMW TR-1470-GS o en la expresión total Goldwing.
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Esto podría ser así... o no (como diría D. Tancredo). Para averiguarlo hay que meterse en el listado de personas que opinasen sobre ello, y entonces sería Troya. O "13, rue del Percebe", que diría igualemnet D. Mariano). De quien uno no puede fiarse es de mis palabras, porque a mí el corazón me pierde. Y encima, además de varias cerdas, tengo una Indian Chief por si hay que volverse la chaqueta. Jijijii...:cachondon: