Profesor X
Well-Known Member
Buenos días a todos. No sabéis la ilusión que me hace presentarme por fin aquí. Os sigo desde hace más de dos años, pero no ha sido hasta hoy que me he decidido a unirme a vuestra familia. En las instrucciones de presentación pedís que no seamos parcos en palabras. Vosotros lo habéis querido:
Aunque me apasionan las motos desde siempre, por razones económicas no accedo a mi primera montura hasta los 23, cuando consigo mi primer trabajo estable. A partir de aquí:
Yamaha SR250 (1988-1991)
Yamaha XJ600 Diversion (1991-1994)
Con la Diversion descubro que viajar en moto es una de las cosas que más me satisfacen en la vida. Junto a mi fiel artillera recorro las tierras de Castilla y del norte de la península en largos viajes que recuerdo con cariño. Empiezo a tener hijos, me saco el carnet B, y cambio la moto por un Twingo que me soluciona mejor el día a día con los críos. No obstante, no dejo de mirar de reojo a las Harley. Me quito un poco el mono con las sesiones de prueba anuales que HD organiza en la carretera de la Arrabassada en Barcelona. En 1995 pruebo por primera vez una Harley: una maravillosa Fat Boy... ¡como la de Terminator!. La pasión no cede y, pocos años después, con dos retoños en juego y otro en camino, llega…
Kawasaki Zephyr 750 (1997-2000)
Los tiempos han cambiado, ahora somos padres de familia numerosa, y los largos viajes dejan paso a esporádicas escapadas románticas de fin de semana: Pirineos, castillos Cátaros…
A finales del 2000, llega un punto de inflexión en esta historia: de camino al trabajo tengo un accidente importante y pierdo mi pierna derecha por encima de la rodilla…
¡Tranquilos! Me adapto a caminar con prótesis, tengo una hija (la cuarta y última, lo juro), y normalizo mi vida a lo largo de los años: trabajo, montañismo, esquí, bicicleta… Pero la pasión no disminuye ni un ápice. Llamadme motero, biker, motorista, o simplemente lo que somos todos aquí, un loco por las dos ruedas, pero en ningún momento de los doce años transcurridos tras el accidente dejo de plantearme el regreso.
En 2010 me decido a pedir en HD Maresme una prueba de la recién aparecida Forty-Eight. Por primera vez en diez años vuelvo a montar en moto. Me cruzo con otro motorista y nos hacemos la V. Se me saltan las lágrimas... ¡Qué pasada!
Me armo de valor y hablo con mi encantadora esposa. Tuerce el gesto... ¡con razón! A punto estuve de dejarla viuda y con tres criaturas. Pero el tiempo todo lo suaviza, y tras un delicado trabajo mimo-psicológico… ¡me da el sí de nuevo!. En el fondo ella también es motera, aunque no lo sabe. Esa chica es lo mejor que me ha pasado en la vida.
A partir de aquí todo se acelera. Mientras ahorro, investigo en la red. Descubro que en los Estados Unidos y otros países el tema de amputados en moto está a la orden del día. También encuentro este foro y aprendo un montón de todos vosotros. Aquí hay gente con situaciones parecidas a la mía, como el veterano Estebandido o el más reciente Luchador, y muchos otros compañeros que comparten generosamente su conocimiento y experiencia. Siento que no estoy solo.
Por otra parte, HD presenta la moto que yo llevaba tiempo esperando: la FLD Switchback. Una montura baja, relativamente ligera y ágil, pero más o menos preparada de serie para hacer turismo en pareja. Sigo probando motos en concesionario y en Harley Days: Deluxe, Blackline y, por fin, la anhelada Switchback… que se me adapta como un guante. Lo sospechaba… ¡me he enamorado!
Y es ahora cuando estoy a punto de hacer realidad mi sueño. Este marzo, ¡por fin!, encargaré mi (nuestra) Harley. Como la pierna que me falta es la derecha, la única adaptación que necesito consiste en trasladar el freno trasero a una leva en el manillar accionada con el pulgar. Hasta ahora me he limitado a conducir con la máxima precaución y a frenar únicamente con el delantero, pero en mi propia moto no puedo prescindir del freno trasero, los gurús del foro me lo han dejado claro…
Y eso es todo. Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Deseo de todo corazón que en un futuro cercano compartamos ruta y aventuras. Hasta entonces... ¡birras virtuales y un saludo!
PD: Me olvidaba... ¿Profesor X? Está claro: profesor, discapacitado, me llamo Xavier... ¡y soy calvo! :complice:
Aunque me apasionan las motos desde siempre, por razones económicas no accedo a mi primera montura hasta los 23, cuando consigo mi primer trabajo estable. A partir de aquí:
Yamaha SR250 (1988-1991)
Yamaha XJ600 Diversion (1991-1994)
Con la Diversion descubro que viajar en moto es una de las cosas que más me satisfacen en la vida. Junto a mi fiel artillera recorro las tierras de Castilla y del norte de la península en largos viajes que recuerdo con cariño. Empiezo a tener hijos, me saco el carnet B, y cambio la moto por un Twingo que me soluciona mejor el día a día con los críos. No obstante, no dejo de mirar de reojo a las Harley. Me quito un poco el mono con las sesiones de prueba anuales que HD organiza en la carretera de la Arrabassada en Barcelona. En 1995 pruebo por primera vez una Harley: una maravillosa Fat Boy... ¡como la de Terminator!. La pasión no cede y, pocos años después, con dos retoños en juego y otro en camino, llega…
Kawasaki Zephyr 750 (1997-2000)
Los tiempos han cambiado, ahora somos padres de familia numerosa, y los largos viajes dejan paso a esporádicas escapadas románticas de fin de semana: Pirineos, castillos Cátaros…
A finales del 2000, llega un punto de inflexión en esta historia: de camino al trabajo tengo un accidente importante y pierdo mi pierna derecha por encima de la rodilla…
¡Tranquilos! Me adapto a caminar con prótesis, tengo una hija (la cuarta y última, lo juro), y normalizo mi vida a lo largo de los años: trabajo, montañismo, esquí, bicicleta… Pero la pasión no disminuye ni un ápice. Llamadme motero, biker, motorista, o simplemente lo que somos todos aquí, un loco por las dos ruedas, pero en ningún momento de los doce años transcurridos tras el accidente dejo de plantearme el regreso.
En 2010 me decido a pedir en HD Maresme una prueba de la recién aparecida Forty-Eight. Por primera vez en diez años vuelvo a montar en moto. Me cruzo con otro motorista y nos hacemos la V. Se me saltan las lágrimas... ¡Qué pasada!
Me armo de valor y hablo con mi encantadora esposa. Tuerce el gesto... ¡con razón! A punto estuve de dejarla viuda y con tres criaturas. Pero el tiempo todo lo suaviza, y tras un delicado trabajo mimo-psicológico… ¡me da el sí de nuevo!. En el fondo ella también es motera, aunque no lo sabe. Esa chica es lo mejor que me ha pasado en la vida.
A partir de aquí todo se acelera. Mientras ahorro, investigo en la red. Descubro que en los Estados Unidos y otros países el tema de amputados en moto está a la orden del día. También encuentro este foro y aprendo un montón de todos vosotros. Aquí hay gente con situaciones parecidas a la mía, como el veterano Estebandido o el más reciente Luchador, y muchos otros compañeros que comparten generosamente su conocimiento y experiencia. Siento que no estoy solo.
Por otra parte, HD presenta la moto que yo llevaba tiempo esperando: la FLD Switchback. Una montura baja, relativamente ligera y ágil, pero más o menos preparada de serie para hacer turismo en pareja. Sigo probando motos en concesionario y en Harley Days: Deluxe, Blackline y, por fin, la anhelada Switchback… que se me adapta como un guante. Lo sospechaba… ¡me he enamorado!
Y es ahora cuando estoy a punto de hacer realidad mi sueño. Este marzo, ¡por fin!, encargaré mi (nuestra) Harley. Como la pierna que me falta es la derecha, la única adaptación que necesito consiste en trasladar el freno trasero a una leva en el manillar accionada con el pulgar. Hasta ahora me he limitado a conducir con la máxima precaución y a frenar únicamente con el delantero, pero en mi propia moto no puedo prescindir del freno trasero, los gurús del foro me lo han dejado claro…
Y eso es todo. Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Deseo de todo corazón que en un futuro cercano compartamos ruta y aventuras. Hasta entonces... ¡birras virtuales y un saludo!
PD: Me olvidaba... ¿Profesor X? Está claro: profesor, discapacitado, me llamo Xavier... ¡y soy calvo! :complice: