jesus malaga
Banned
En esta tierra en la que nos ha tocado a la mayoría (creo ) nacer y/o vivir, si hay un deporte de interés y práctica generalizada es probablemente el de quejarnos y renegar de lo nuestro, con mucha frecuencia sin verdaderas razones para hacerlo. Y esto se aplica especialmente a la conducción.
Siempre se dice, con sentido, que el conocer lo ajeno muchas veces ayuda a valorar lo propio. Yo ya tenía amplia experiencia de circular en los países que nos rodean, y cuando yendo por la carretera pasas por un cartel de esos que dicen "ha salido Vd. de España", yo al menos descubro que las cosas tienden, en general, a empeorar. Miremos el asunto desde el punto de vista que lo miremos. De hecho lo único destacable en lo que en los años que llevo dando vueltas recuerdo haber sentido "vaya, qué pena que allí no sea así" es con respecto a la general actitud de "dejarnos hacer" que los conductores de coche tienen en Francia. Pero salvo esa importante excepción, es un hecho claro y demostrable que la disponibilidad de carreteras interurbanas seguras y abiertas gratuitas, la amplitud de las vías, las circunstancias legales, los costes de mantenimiento a todos los niveles (incluso después de ajustarlos en base a unos supuestos "niveles económicos" que cuando conoces a gente local descubres que no son tanto)... es siempre mejor aquí que en nuestro entorno cercano.
Este verano hemos viajado a un pais nuevo, Italia, recorriendo casi 4000 kms por el primer vecino con el que no compartimos estrictamente fronteras. Y el contraste con lo que aquí tenemos me ha resultado especialmente sorprendente. Contraste en el que de todas todas ganamos. Ya tenía claro que la calidad de la red viaria en España es claramente mejor en todos los sentidos que en los paises que nos rodean, pero el nivel de limitaciones en la red secundaria, y de la mala calidad de la mayoría de los firmes roza lo incomprensible y tercermundista, teniendo las autopistas de peaje italianas defectos que aquí nos parecerían de mandar cartas a "ponle freno" si nos los encontramos en carreteras comarcales. Todo esto con unos gastos de uso en todos los sentidos (gasolina, seguros, impuestos) que no es que sean superiores, si no que multiplican lo habitual aquí.
He podido vivir además directamente lo que significa circular por carreteras y calles "sin ley". Lo que sucede cuando no existen todas esas normas, controles, puntos y multas que tan habitualmente producen que nos rasguemos las vestiduras. Comprobando que por cada vez que a mi me podría beneficiar el yo hacer las cosas como me da la gana... son veinte las que me perjudica el sufrir que los demás empleen el tamaño, la potencia, o los simples cojones para ponerme en situaciones de peligro - por que si yo puedo hacer lo que me de la gana normalmente cualquiera podrá igualmente hacerlo.
Salid por el mundo y descubriréis que bueno, tal vez aquí las leyes, las carreteras y las normas no son perfectas. Pero tenemos la suerte de estar mucho mejor de cómo están en la mayoría de los sitios, y hay bastante más margen para empeorar que para mejorar.
Siempre se dice, con sentido, que el conocer lo ajeno muchas veces ayuda a valorar lo propio. Yo ya tenía amplia experiencia de circular en los países que nos rodean, y cuando yendo por la carretera pasas por un cartel de esos que dicen "ha salido Vd. de España", yo al menos descubro que las cosas tienden, en general, a empeorar. Miremos el asunto desde el punto de vista que lo miremos. De hecho lo único destacable en lo que en los años que llevo dando vueltas recuerdo haber sentido "vaya, qué pena que allí no sea así" es con respecto a la general actitud de "dejarnos hacer" que los conductores de coche tienen en Francia. Pero salvo esa importante excepción, es un hecho claro y demostrable que la disponibilidad de carreteras interurbanas seguras y abiertas gratuitas, la amplitud de las vías, las circunstancias legales, los costes de mantenimiento a todos los niveles (incluso después de ajustarlos en base a unos supuestos "niveles económicos" que cuando conoces a gente local descubres que no son tanto)... es siempre mejor aquí que en nuestro entorno cercano.
Este verano hemos viajado a un pais nuevo, Italia, recorriendo casi 4000 kms por el primer vecino con el que no compartimos estrictamente fronteras. Y el contraste con lo que aquí tenemos me ha resultado especialmente sorprendente. Contraste en el que de todas todas ganamos. Ya tenía claro que la calidad de la red viaria en España es claramente mejor en todos los sentidos que en los paises que nos rodean, pero el nivel de limitaciones en la red secundaria, y de la mala calidad de la mayoría de los firmes roza lo incomprensible y tercermundista, teniendo las autopistas de peaje italianas defectos que aquí nos parecerían de mandar cartas a "ponle freno" si nos los encontramos en carreteras comarcales. Todo esto con unos gastos de uso en todos los sentidos (gasolina, seguros, impuestos) que no es que sean superiores, si no que multiplican lo habitual aquí.
He podido vivir además directamente lo que significa circular por carreteras y calles "sin ley". Lo que sucede cuando no existen todas esas normas, controles, puntos y multas que tan habitualmente producen que nos rasguemos las vestiduras. Comprobando que por cada vez que a mi me podría beneficiar el yo hacer las cosas como me da la gana... son veinte las que me perjudica el sufrir que los demás empleen el tamaño, la potencia, o los simples cojones para ponerme en situaciones de peligro - por que si yo puedo hacer lo que me de la gana normalmente cualquiera podrá igualmente hacerlo.
Salid por el mundo y descubriréis que bueno, tal vez aquí las leyes, las carreteras y las normas no son perfectas. Pero tenemos la suerte de estar mucho mejor de cómo están en la mayoría de los sitios, y hay bastante más margen para empeorar que para mejorar.