Que recuerdos las risas que nos echábamos en el tiro olímpico, como corrían los cagaos.
Tú decías donde pongo el ojo pongo la bala, jajaja y todos de naja.
Pero eso es porque sois unos flojos pobres que no cambiais el Mercedes todos los años, como debe ser, y tenéis un modelo arcaico. Los actuales traen la estrella integrada en el morro y a la chusma ya no le da el cerebelo para saber cómo llevársela.