Osborne
Well-Known Member
Hace tiempo que me muevo por foros de otras marcas de motos. Me gusta ver cómo es el ambiente que rodea a las máquinas de otros fabricantes y que problemas tienen sus usuarios, cuál es su mentalidad, etc. Es curioso, porque eso te abre la mente y te enseña que en todas las casa cuecen habas, que la mayoría de los moteros tienen más en común que diferencias, y también te da una idea más objetiva sobre tu propia moto.
Y es cierto que la Sportster es una moto con muchas limitaciones si la comparamos con una moto de carretera actual, y eso hay que ausmirlo, pero también que lo es que tiene una cosa que no tienen las motos de carretera equivalentes de otras marcas. Creo que han conseguido el equilibrio casi perfecto entre sencillez, fiabilidad y robustez.
Me explico: hay tres cosas en la Sporty que para mí son muy importantes y que dan ventaja sobre otras motos en el mantenimiento y en la fiabilidad.
Para empezar, la transmisión secundaria por correa dentada libera al usuario de los costosos cambios de "kit de transmisión" que son una esclavitud en el resto de motos, y un paso por taquilla de agárrate y no te menees obligatorio cada x decenas de miles de kilómetros. También te liberan de los cambios de aceite y averías frecuentes de los sistemas por cardan.
Para seguir, los taqués hidráulicos hacen que el motero de Sporty no sepa lo que és un reglaje de válvulas, cosa que un motero de BMW u Honda tiene grabado a fuego en el cerebro. No es una operación sencilla, en muchos modelos hay que desmontar media moto para acceder a las levas, y es algo caro y obligatorio.
Por último, la inyección electrónica. Sí, sí, esa de la que muchos renegáis, te libra del desgaste mecánico de un elemento como el carburador, que inevitablemente con el tiempo provoca desajustes de la carburación, y la dificultad de un reglaje correcto en todo momento. El sistema EFI de Harley es de los más sencillos del mercado. Dentro de los sistemas de inyección, es sota, caballo y rey, y no es difícil familiarizarse con él leyendo un poco. No tiene desgaste, dura toda la vida, y la avería más frecuente es la de algún sensor cuya sustitución no es demasiado cara y la mayoría de las veces la puede hacer uno mismo.
Le podemos sumar a todo esto de propina, la accesibilidad de todos los componentes en una Sportster. Todo está a mano en las operaciones de mantenimiento habituales. El otro día vi un video de cómo se hace un reglaje de válvulas en una BMW F800, y se me cayeron las pelotas al suelo viendo todo lo que había que desmontar para acceder al motor. ¡Media moto!.
Por todo esto que explico y que valoramos tan poco, creo que una Sportster, una vez corregidos los defectos de calidad que tiene de serie y que jamás dejaré de reprochar a Harley hasta que los corrijan o bajen el precio (cosa que es fácil, léase suspensiones, asiento y frenos), es una moto de carretera clásica fiable, sencilla, bella y robusta, que da libertad e independencia al motero para ir muy lejos con cuatro herramientas sin depender del concesionario de turno.
Todo esto es algo que yo valoro cada día más de mi moto, sobre todo si levantas la cabeza y ves lo que hay alrededor.
Y es cierto que la Sportster es una moto con muchas limitaciones si la comparamos con una moto de carretera actual, y eso hay que ausmirlo, pero también que lo es que tiene una cosa que no tienen las motos de carretera equivalentes de otras marcas. Creo que han conseguido el equilibrio casi perfecto entre sencillez, fiabilidad y robustez.
Me explico: hay tres cosas en la Sporty que para mí son muy importantes y que dan ventaja sobre otras motos en el mantenimiento y en la fiabilidad.
Para empezar, la transmisión secundaria por correa dentada libera al usuario de los costosos cambios de "kit de transmisión" que son una esclavitud en el resto de motos, y un paso por taquilla de agárrate y no te menees obligatorio cada x decenas de miles de kilómetros. También te liberan de los cambios de aceite y averías frecuentes de los sistemas por cardan.
Para seguir, los taqués hidráulicos hacen que el motero de Sporty no sepa lo que és un reglaje de válvulas, cosa que un motero de BMW u Honda tiene grabado a fuego en el cerebro. No es una operación sencilla, en muchos modelos hay que desmontar media moto para acceder a las levas, y es algo caro y obligatorio.
Por último, la inyección electrónica. Sí, sí, esa de la que muchos renegáis, te libra del desgaste mecánico de un elemento como el carburador, que inevitablemente con el tiempo provoca desajustes de la carburación, y la dificultad de un reglaje correcto en todo momento. El sistema EFI de Harley es de los más sencillos del mercado. Dentro de los sistemas de inyección, es sota, caballo y rey, y no es difícil familiarizarse con él leyendo un poco. No tiene desgaste, dura toda la vida, y la avería más frecuente es la de algún sensor cuya sustitución no es demasiado cara y la mayoría de las veces la puede hacer uno mismo.
Le podemos sumar a todo esto de propina, la accesibilidad de todos los componentes en una Sportster. Todo está a mano en las operaciones de mantenimiento habituales. El otro día vi un video de cómo se hace un reglaje de válvulas en una BMW F800, y se me cayeron las pelotas al suelo viendo todo lo que había que desmontar para acceder al motor. ¡Media moto!.
Por todo esto que explico y que valoramos tan poco, creo que una Sportster, una vez corregidos los defectos de calidad que tiene de serie y que jamás dejaré de reprochar a Harley hasta que los corrijan o bajen el precio (cosa que es fácil, léase suspensiones, asiento y frenos), es una moto de carretera clásica fiable, sencilla, bella y robusta, que da libertad e independencia al motero para ir muy lejos con cuatro herramientas sin depender del concesionario de turno.
Todo esto es algo que yo valoro cada día más de mi moto, sobre todo si levantas la cabeza y ves lo que hay alrededor.