Por aportar conceptos que parece que no se tienen claros al debate...
A) El 80% de los usuarios de vehículos (incluyendo de motos) JAMAS hacen más de 100 kms en un día. 8 de cada 10 harley-davidson no es que no hagan nunca un viaje de 4000 kms. Es que no hacen 4000 kms al año. Así que para la gran mayoría de usuarios una autonomía de 150 kms da de sobra.
B) Hace apenas 10 años el vehículo eléctrico más eficiente que podía uno encontrar comercializado normalmente era un carrito de minusválido que podía hacer con su batería 10 kms a la velocidad de 3 o 4 kms hora en recta. Si en una década se ha pasado de eso a una oferta real y variada de coches eléctricos viables para uso diário, no podemos ni imaginar para lo que darán las cosas dentro de 5 años. Con toda seguridad existirán soluciones para los que estamos en ese pequeño porcentaje de usuarios que necesitamos más de un centenar de kilómetros al día.
C) La red eléctrica que desde hace mucho mueve los trenes de RENFE daría de sobra para cargar decenas de miles de coches. Y si pasado mañana todos los coches que se mueven fueran eléctricos, su necesidad de carga seguiría siendo inferior a la que demanda la red industrial. Así que no tiene sentido pensar que vaya a ser un problema de logística energética suministrar puntos de carga para los coches que se vendan. Si no hay más soporte en ese sentido es por que no hay demanda, no por que no pueda solucionarse ese problema. Pero el día que haya tal demanda para las eléctricas será lo de menos el garantizar la disponibilidad.
D) Hace ya mucho que todo el mundo tiene claro que el litio no es la solución al problema de las baterías. Las baterías de potasio ya son una realidad, y las de sodio están en la fase de afinar detalles y registrar patentes, y su potencial de carga por peso es de hecho mayor que el litio, así que si alguien se piensa que lo de "fabricar baterías" es un problema es que no ha leído nada.
Podremos hablar de cuanto guardaremos nuestras preciadas motos de combustión, o de cuanto nos gustan. Pero el debatir sobre la incipiencia de un futuro nada lejano en el que la inmensa mayoría de los vehículos personales estarán más o menos basados en motores eléctricos es iluso.