Entre cuatro aguas

Pues sí, el fin de la bitácora fue un par de días de relax chispeando, me compré un libro y me tomé un buen descanso reparador, hasta que llegaron los foragidos que venian todo el camino espantando la lluvia, y vosotros no perdeis el tiempo, nada más llegar a la sidrería.

Muchas gracias por llevarme, a vosotros no os puedo decir aquello de: "si saben como me pongo..."

Y de los vascos... bueno, y de los paseos por el marco incomparable, y de lo que comimos y bebimos en vez de escribir diez folios de alagos mejor lo resumo en una sola palabra "Kalitatea", también muchas gracias.

Aunque mereció la pena he de decir que no fue sin heridos, los hubo de faro, de estómago, de manos, de riñones de piernas y de un pie, pero no hay dolor, no se jodió la fiesta, en un par de días estaremos todos bien.

Tenía pensado hacer noche por el camino pero se me cruzó la vena de tello y seguí hasta Altea.

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