Pues yo me voy a salir de mi linea habitual de gilipolleces por una vez. Esta mañana he ido al oncológico a ver a un amigo que con 57 años, ya ha sido deshauciado. Aguantando dolores ha pedido ir a casa para que sus hijos no tengan el recuerdo de que sus últimas navidades juntos, sean en un hospital.
En resumen, hay que obligarse a hacer las cosas que nos gustan, de la misma manera que nos obligan a hacer las que no nos gustan.
Por nosotros y por aquellos que ya no pueden.
Nunca sabemos cuando será la última vez que lo haremos.