Mi opinión sobre este tema es que lo más valioso que tiene Harley Davidson y que ha construido cuidadosamente durante muchos años es su marca y su imagen. Creo que si no empieza a construir máquinas que en esta época (2023) respondan a esos valores que refleja la marca, no tiene futuro.
Para mí, Harley es: auto-personalización (sencillez), belleza clásica americana intemporal, libertad en la carretera (capacidad rutera, fiabilidad y comodidad), contra-cultura (juventud, distinción de lo trillado, cuestionamiento).
Desde mi punto de vista, las Harley debieran ser clásicas de estética, esenciales, sencillas, ligeras, ruteras (cómodas), fiables, de calidad y con un precio accesible para los jóvenes. No hacen falta grandes prestaciones, no hacen falta alardes en electrónica ni dispositivos, pero sí una base técnica moderna y consistente (motor fiable, buen chasis, buenas suspensiones y frenos, peso comedido, buena ergonomía).
Cuando Harley vuelva a esta forma de hacer, que cuenten conmigo.