Va a ser que os mando una rondita de cervezas pero por otro motivo:
El comprador me ha llamado esta mañana y me ha dicho que lo sentía muchísimo pero que había tenido una pequeña discusión con su mujer y que no podía comprar la moto.
En un momento así cualquiera se cabrearía y le montaría un pollo al rajado en cuestión. Pero cuando me lo ha dicho me ha entrado una alegría enorme, no digo un alivio sino muchísimo más que eso. En ese preciso instante me he dado cuenta de que no me puedo deshacer de ella, de que no quiero venderla.
Ayer me costó muchísimo dormir y hoy sé que me voy a meter en la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Huelga decir que la retiro de la venta, la lista de interesados era extensa, quizás ése haya sido uno de los motivos que me ha empujado a quedármela, no lo sé.