Yo tengo una Fat Boy del 98 con una colas Supertrapp.
A ralentí en un semáforo, hace muy poquito ruido. Eso es bueno porque no llamas tanto la atención si se te para una patrulla al lado.
Tengo muchos motivos para que me inspeccionen, y cuanto más pases desapercibido, mejor.
Tampoco me gusta llegar (o salir) de la terraza de un bar y que todo el mundo te mire con cada de odio. Lo que me gusta es que se giren para ver qué es lo que hace ese sonido tan bonito. Porque el sonido es precioso, con ese trote patata mágico de barcaza petrolera bajando por el Amazonas.
En calles de doble sentido con muros o fachadas a los lados, retumba a bajas revoluciones, y si le apreto con ganas, parece que el cielo se abre y bajan los 4 jinetes del Apocalipsis encabezados por Thor dando martizallos a diestro y siniestro y Zeus detrás echando rayos por el culo.
Pero eso es algo que controlo yo con el puño...
Lo bonito no es hacer mucho ruido a todas horas. Eso es de niñatos vacilones sin personaliad, porque es la única forma de hacerse notar que tienen.
Lo bonito es tener un sonido particular y bonito. Eso es lo que da carácter a la moto.
A mí me llena de orgullo cuando gente por la calle, otros moteros, o incluso gente que va conduciendo su coche, me dicen que les encanta mi moto y que es preciosa.
Y para eso, no hace falta ni siquiera que esté en marcha...
Birras!!