Señor Noche
Well-Known Member
En mi caso concreto, a pesar de haber tenido lapsos de tiempo en los que no he disfrutado de moto, la idea de no tenerla se me antoja absurda.
Unos lo llaman hobby, otros necesidad, otros lo llaman pasión... Yo lo llamo paz.
Hace algunos años ( por aquel entonces llevaba una Kawa 636 ) las circunstancias de lo que debía ser una vida desordenada con el añadido de una novia desquiciada (desquiciada de las de camisa de fuerza y la máscara del simpático Dr. Lecter) afectaron sobremanera a mi sueño, y no era capaz de dormir más de dos o tres horas seguidas. Una noche, mareado ya de todas las vueltas que había dado en la cama, me vestí, cogí los guantes y el casco y baje al garaje...
Cuando cogí la nacional, tras algunos kilómetros recorridos, me sorprendí a mi mismo pensando en ... nada. No pensaba, solo disfrutaba del cálido ronroneo de la moto. No iba rápido , no quería hacer curvas, no iba a ningún sitio , y a pesar de rodar sin destino y sin buscar nada concreto, me encontré.
Es cierto que tras esa noche, hubo muchas otras igual de idílicas: ni un solo coche en la carretera, la temperatura perfecta y el depósito lleno, recuerdo esa en concreto
por la paz que sentí con algo tan sencillo y que había hecho tantas otras veces, sin darme cuenta realmente de todo lo que me aportaba.
Todo se fue a la mierda cuando llegue a casa y me di cuenta de que no había cogido las llaves, y de que una sádica chiflada era la única persona que me podia abrir la puerta.
La moraleja es, según lo veo, que si te estás planteando volver a las andadas no pierdas tiempo.
Saludos, SALUD y birras para todos.
Unos lo llaman hobby, otros necesidad, otros lo llaman pasión... Yo lo llamo paz.
Hace algunos años ( por aquel entonces llevaba una Kawa 636 ) las circunstancias de lo que debía ser una vida desordenada con el añadido de una novia desquiciada (desquiciada de las de camisa de fuerza y la máscara del simpático Dr. Lecter) afectaron sobremanera a mi sueño, y no era capaz de dormir más de dos o tres horas seguidas. Una noche, mareado ya de todas las vueltas que había dado en la cama, me vestí, cogí los guantes y el casco y baje al garaje...
Cuando cogí la nacional, tras algunos kilómetros recorridos, me sorprendí a mi mismo pensando en ... nada. No pensaba, solo disfrutaba del cálido ronroneo de la moto. No iba rápido , no quería hacer curvas, no iba a ningún sitio , y a pesar de rodar sin destino y sin buscar nada concreto, me encontré.
Es cierto que tras esa noche, hubo muchas otras igual de idílicas: ni un solo coche en la carretera, la temperatura perfecta y el depósito lleno, recuerdo esa en concreto
por la paz que sentí con algo tan sencillo y que había hecho tantas otras veces, sin darme cuenta realmente de todo lo que me aportaba.
Todo se fue a la mierda cuando llegue a casa y me di cuenta de que no había cogido las llaves, y de que una sádica chiflada era la única persona que me podia abrir la puerta.
La moraleja es, según lo veo, que si te estás planteando volver a las andadas no pierdas tiempo.
Saludos, SALUD y birras para todos.