Ya fui criticado severamente por este trabajo en su momento, recibí ladura acritud de los comentarios que publicaron aquí unos cuantos de vosotros, y que entiendo que no hicieron otra cosa que proyectar directamente sobre mí su frustración y su dolor como víctimas del asunto de las importaciones. Alguno llegó a decirme que lo que tenía que haber hecho es someter a esta persona a un interrogatorio de comisaría. En cualquier caso, fue su opinión, es la de cada uno, y puesto que, a pesar de lo cruda que me resultó (estas cuestiones me afectan mucho más de lo que ellos imaginarían), fueron dejadas con un mínimo respeto, y las admito. Las asumo. No hay más.
Sí es cierto que la entrevista, está enfocada -lo mismo que las realizadas al director de Triumph, BMW, KTM, Gas Gas, o la próxima al de Ducati- a que el director correspondiente se explique y nos hable de su marca, de su línea, de su historia, de su momento, de lo que ofrece y de lo que proyecta. Es un tipo de entrevista que el protagonista, lógicamente, aprovecha para hacer la mejor publicidad de su marca y en la que, en cualquier caso, las respuestas son suyas, son sus palabras, no las mías. Pero creo que esto ya lo dije en su momento.
Esta entrevista al director de Harley se hizo después de grabar y publicar un programa de radio en el que hablé con los representantes de la asociación más significativa de afectados por el affaire de las importaciones de Harleys usadas. Durante algo más de 30 minutos, describen y explican a los oyentes la problemática y la situación que se creó. Si te tomas la molestia de escucharlo, lo harás en la segunda parte del número 7 de este enlace:
http://cadenamotor.com/programas/16
Por último, si no quieres volver a entrar en Super7, pues la verdad es que lo lamentaré, ¡qué quieres que te diga! Entiendo y comparto el profundo malestar, el cabreo general, que sentís todos los afectados; y ahí está ese programa de radio para mostrar mi interés. Pero poco más, o nada, puedo hacer. Mi lugar está con mi trabajo: Informar.
Un saludo.
Pdata: Uno de mis dos compañeros que se encargan de El 7 Grasiento sufre aún a día de hoy el bolqueo administrativo de su Sportster.