De nuevo las siete de la mañana y la actividad se empezaba a notar en la habitación, ducha y a desayunar, teniamos intención de estar subidos en la moto sobre las ocho de la mañana, conseguido, eran las ocho y estábamos en marcha, joder Paris nunca descansa su carretera de circunvalación es un atasco continuo, tardamos casi una hora en salir de esta maravillosa urbe, una vez cogida la carretera que va hacia Reims, la temperatura empezaba bajar, era de esperar, pero en cuestión de pocos kilómetros la temperatura se puso en -6 grados, de vez en cuando se oía por la emisora a Lázaro cantar la temperatura, como si de un locutor de radio se tratara “menos seis grados”, de momento no parecía muy grave ya que el rodar se hacia a gusto, pasando por Strasburgo la temperatura bajo un poquito pero a penas se noto el cambio, rodábamos a gusto y la verdad entre -6 y -9 tampoco hay tanta diferencia, simplemente hace un frió de cojones.
El tiempo acompaño durante todo el viaje, entramos en el territorio alemán, y todo seguía igual, con una salvedad, los coches que circulaban por el carril de la izquierda iban para mí gusto demasiado rápidos, si se te ocurría adelantar tenias que volver rápidamente al carril central por que en un momento tenias un coche detrás de ti.
A unos 200 kilómetros decidimos parar a comer, joder hacia mas frió parados que en movimiento, vosotros diréis que exagerados, pero os aseguro que el aire venia en forma de cubitos de hielo, hacia frió de verdad, comimos rápidamente, el vino que llevábamos parecía un refresco, estaba helado, después de tomar un café caliente en marcha, ya no pararíamos hasta el hotel en Munich, entrando en la ciudad le metimos al navegador la dirección llegando al hotel, guardamos las motos en el garaje y tomamos posesión de las habitaciones, salimos a dar una vuelta y nada mas traspasar las puertas de la recepción, como si de un huracán se tratara, un gélido aire nos sorprendió, era como si alguien se hubiese dejado las puertas del cielo abierto, el aire que hacia al doblar las esquinas de las calle era increíble, aderezado con una temperatura aproximada de unos -9 por la noche hacia un cóctel explosivo, el día siguiente lo dedicaríamos a conocer la ciudad de Munich.
Nos levantamos sobre la marcha ya que hoy no hay prisa para salir, todo nuestro recorrido es andando asi que… vamos a desayunar que es lo primero que hay que hacer para empezar con fuerza. El dia amanece soleado, aunque cuando salimos a la calle nos damos cuenta que el frió sigue siendo increíble.
La ciudad esta muy limpia y se respira calma, pese a ser cerca de las diez de la mañana, nos disponemos a ir hacia el centro, la verdad es que el hotel estaba muy bien ubicado, a pocos minutos nos encontramos en la plaza central desde donde comenzaremos nuestra visita, es impresionante y me recuerda mucho a la Grote Mark de Bruselas, proseguimos nuestra visita por las calles principales viendo tiendas y demás, no os voy a contar nada en especial de la ciudad de Munich, simplemente os diré que pienso volver.
Viernes por la mañana estamos a unos 180 kilómetros de Solla, emprendemos camino sobre las 10.30 con la intención de llegar sobre la una al hotel en Grafenau, otra vez la temperatura en la moto es baja, volvemos a la tónica de -8 -9 grados, es soportable, el sol de vez en cuando se esconde y es entonces cuando el frió se hace notar aun mas, parece que nadie va a elefantes, no se divisa ninguna moto, es entonces y después unos 150 kilómetros cuando empezamos a encontrarnos mas motos, verdaderamente me emocione y dentro del casco me entraron ganas de gritar ELEFANTES!!!! Es increíble y eso acababa de empezar cogimos un desvió que nos llevaría hacia Grafenau, el paisaje una vez abandonada la autopista es muy difícil de describir nieve por todos los sitios y pequeños pueblecitos totalmente blancos, precioso, por fin el hotel. Se encuentra situado en una pequeña montaña, y la carretera tiene también nieve, asi que con calma y arriba, empezamos a subir parece que todo va bien, y…. al suelo, coño me acabo de caer, me levanto y me empiezo a reír esto es una locura, yo en el suelo y Abel grabándome, bueno esto es asi, entre todos levantamos la moto, ni un arañazo, pedazo de moto, y para la recepción del hotel, nos dan la habitación, dejamos el equipaje y de nuevo a la moto, estamos a 12 kilómetros de la concentración asi que allá vamos, yo la verdad tengo un poco de tensión en la moto….cogemos carretera y no se como nos encontramos en medio de la nieve, otro al suelo, esta vez le toca a Lázaro, jajajajaja, esto es para tomárselo a risa no queda otra, levantamos la moto y con calma tomamos otra vez la carretera, el trayecto es muy técnico pero bonito, por fin estábamos en la zona de la concentración dejamos las motos aparcadas y comenzamos a andar cuesta arriba, esto es increíble parece como si nos encontrásemos en otra época, en un campamento bárbaro toda clase de engendros con ruedas y de personajes subidos a ellos todo lo que os diga no vale de nada, yo habia leído mucho de esto, pero cuando estas allí, no se, te sientes como en otra época, todo increíble.
Estuvimos como una hora y luego improvisamos un almuerzo en las motos ya que teniamos que estar de vuelta en el hotel antes de que anocheciera, las carreteras se quedan heladas, después de comer y reponer fuerzas y comentar con unos Italianos la movida, por cierto también habían estado en Pingüinos, nos subimos a las motos, empieza el regreso, a los pocos metros empieza la dificultad, Abel va el primero, de pronto….al suelo, coño esto empieza a ser una odisea, el firme esta en muy mal estado, bueno haya calma, otra vez en pie, despacio y con buena letra, nos encontramos una cuesta, empezamos a bajar y…. se cae Abel, yo que voy detrás toco el freno y también me caigo, y para colmo Lázaro logra frenar baja de la moto y al suelo, eso era increíble la carretera colapsada de GoldWings esparcidas por el suelo, no hay otra que reír, esto es increíble tenemos la carretera cortada por ambos lados, los conductores de los coches se bajan y en sus caras se refleja la situación caótica que provocamos asi que reestablecemos el orden y esta vez si, despacito pero de verdad, yo en todo el camino no podía parar de reír de pensar la situación provocada, bueno, por fin, joder otra vez a subir la cuesta en la que me habia caído hacia a penas tres horas, allá voy, todo fantástico, esta vez he llegado sano y salvo, dejamos las moto en el parking y a tomar unas copitas, el hotel tenia Spa, como llevaba bañador tuve la suerte de usarlo, otros con un bañador un tanto peculiar y los mas tímidos esperaron tomando unas cervezas