moriwoki
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Hola a todos.
Creo que a estas alturas ya soy conocido por un buen número de asiduos a este foro y que no debe de pesar sobre mí, por tanto, la sospecha de pronunciar sermones paternalistas, ¡líbreme Dios! Creo que a estas alturas se desprenderá claramente de las frases que os dedico a continuación que están escritas de todo corazón, y con todo el afecto que habéis ido creando en mí para con todos vosotros.
Bien. Éste es el asunto:
Se da la circunstancia, como ya he escrito en alguna ocasión, de que por un lado, en el mundo Harley, la caída de un compañero, por leve que ésta sea, resulta todo un acontecimiento, una noticia de extensa repercusión y honda impresión; y por otro, que en el mundo de los circuitos un revolcón que deja la moto marcada, derecha al furgón o al remolque, y al piloto con la espalda y el culo doloridos durante una semana es motivo incluso de chistes, bromas y chascarrillos, aparte de que apenas si se enteran de ellos sus compañeros de box.
Esta circunstancia, sin embargo, nos hace a los segundos los más detallistas y preocupados por todas las medidas de seguridad, empezando por el equipamiento: somos los más mirados; mientras que a los primeros, a los harlystas, les lleva a ser un poco más abandonados, buscando principalmente (a veces exclusivamente) en su vestimenta una imagen acorde con su forma de entender la moto, incluso la vida en general -sin entrar en más detalles-.
Por aquel principio de que el ser humano es tan estúpido (yo el primero) que necesita de un buen pescozón, cuando no un disgusto muy serio, para recordarle de qué debe resguardarse, permitidme que por esta vez, los de los revolcones y los tortazos habituales os alertemos, os alerte, en este caso, sobre vuestra seguridad, sobre vuestra integridad.
Creo que fue hace un par de semanas cuando conocí la noticia, la triste noticia.
Durante el pasado mes de septiembre una chica a la que conocía tan sólo de vista perdió la vida en un accidente con su Harley. No conozco cuáles fueron las causas exactas, tan sólo que se cayó yendo completamente sola en una carretera.
En dos ocasiones de las que coincidí con ella pude verla conducir, una de ellas durante algunos km de carretera y también de autopista. A pesar de las considerables potencia y prestaciones de su moto, me pareció muy prudente y comedida tanto con el acelerador como con la conducción en general de su moto, nada llamativo en absoluto.
Lo que sí resultaba, y bastante, llamativa era la imagen que proyectaba con su equipación: Unas botas militares, un pantalón fino de camuflaje (era casi verano), una chaqueta de cuero, más roquera que motorista, y un casco aderezado con unas gafas de aviador, que más bien parecía una chichonera (hablando estrictamente desde el punto de vista de la protección).
Esta noticia es la que me ha llevado a escribir lo que estáis leyendo.
Jamás habréis oído o leído un sólo comentario mío acerca de la indumentaria, por muy estrambótica que ésta pueda resultar, con la que he visto ataviado ninguno de vosotros. No la habréis oído porque no lo he hecho nunca. Yo no soy quién, además de que me parezca fenomenal de que cada uno se vista como sienta, precisamente en este pequeño universo de la moto en el que se hace una continua proclama de la Libertad.
Por otro lado, pienso que todos ya tenéis padre y madre, mujer o marido que se preocupe por vosotros detentando la potestad de leeros frecuentemente la cartilla para que no dejéis de cuidaros (a veces, imagino, que más que frecuentemente); pero ahora, en esta ocasión, hacedme a mí, a este humilde compañero, también el inmenso favor de cuidaros, de protegeros dentro del orden y la línea que queráis marcaros con vuestra estética. Por favor, sin dejar de ser ni parecer exactamente los mismos que sois y parecéis ahora, mirad por vuestra protección, porque la caída, también para el harlysta, siempre está presente, acechando.
- Los guantes: Ya lo escribí en otro artículo. Si los queréis rigurosamente negros, sin más, y tenéis delante unos de vestir y otros deportivos (como los hay) discretos, con sus protecciones de kevlar y cuero reforzado en las partes más expuestas, por favor, elegid ésos, los deportivos.
-Los cascos: Si queréis usar cualquier casco con las formas más fantasiosas, como si es el de un procesional nazareno: ya sabéis de sobra lo que vale, lo exponéis con vuestra cabeza. Pero si os decidís a comprar un casco integral, ya sea en riguroso negro o en otro tono, por favor, tened presente, además de los detalles referidos a la estética y comodidad, que os proporcione la máxima protección. Si tenéis uno con homologación sólo europea y al lado otro con la americana (si es así, siempre tienen ambas), tened siempre presente que en caso de impacto el americano protege más. Y por supuesto, si tenéis en la mano uno con cierre de doble anilla (el único homologado para carreras) y otro de cualquier otro tipo, tened presente que con el de cierre de anilla será casi imposible que el casco se os salga de la cabeza en caso de caída.
-Las botas: Si tenéis delante unas botas de vestir (de militar, lisas, etcétera) y al lado otras de motorista que dan, prácticamente, el mismo aspecto, por favor, elegid las segundas. Tened presente que su diseño está estudiado, por lo menos, para proteger de los impactos en talón y puntera, además de recoger el tobillo para evitar al máximo su torsión en caso de caída.
-La chaqueta de cuero: lo mismo. Si tienes delante una de vestir (de roquero o de lo que sea) y otra de motorista con un aspecto muy similar o idéntico, por favor, eligid la de tipo motorista: estará preparada con protecciones en hombros, codos y seguramente en algunas partes más.
-La chaqueta de cordura: Si vais a hacer un viaje largo con ella y no lleva protección especial en la espalda, por favor, comparos una espaldera (tortuga), son comodísimas en un trayecto largo y a los dos minutos de ir en marcha no te acuerdas de que la llevas puesta.
- Sobre los pantalones, sé que es casi imposible que encontréis unos de cuero a vuestro gusto que estén diseñados para el motorista, pero ya que vais a comprar uno de vestir de calle (con cordones laterales o como sean) tened en cuenta, por favor, entre unos y otros su posible resistencia a la abrasión. Y si son unos vauqeros, mirad unos para motorista con protecciones de kevlar.
En definitiva, que os cuidéis mucho, por favor.
Os lo pide vuestro compañero Moriwoki, que os tiene mucho cariño, a pesar de que seáis todos tan Oscuros.
Un abrazo y felices fiestas.
Creo que a estas alturas ya soy conocido por un buen número de asiduos a este foro y que no debe de pesar sobre mí, por tanto, la sospecha de pronunciar sermones paternalistas, ¡líbreme Dios! Creo que a estas alturas se desprenderá claramente de las frases que os dedico a continuación que están escritas de todo corazón, y con todo el afecto que habéis ido creando en mí para con todos vosotros.
Bien. Éste es el asunto:
Se da la circunstancia, como ya he escrito en alguna ocasión, de que por un lado, en el mundo Harley, la caída de un compañero, por leve que ésta sea, resulta todo un acontecimiento, una noticia de extensa repercusión y honda impresión; y por otro, que en el mundo de los circuitos un revolcón que deja la moto marcada, derecha al furgón o al remolque, y al piloto con la espalda y el culo doloridos durante una semana es motivo incluso de chistes, bromas y chascarrillos, aparte de que apenas si se enteran de ellos sus compañeros de box.
Esta circunstancia, sin embargo, nos hace a los segundos los más detallistas y preocupados por todas las medidas de seguridad, empezando por el equipamiento: somos los más mirados; mientras que a los primeros, a los harlystas, les lleva a ser un poco más abandonados, buscando principalmente (a veces exclusivamente) en su vestimenta una imagen acorde con su forma de entender la moto, incluso la vida en general -sin entrar en más detalles-.
Por aquel principio de que el ser humano es tan estúpido (yo el primero) que necesita de un buen pescozón, cuando no un disgusto muy serio, para recordarle de qué debe resguardarse, permitidme que por esta vez, los de los revolcones y los tortazos habituales os alertemos, os alerte, en este caso, sobre vuestra seguridad, sobre vuestra integridad.
Creo que fue hace un par de semanas cuando conocí la noticia, la triste noticia.
Durante el pasado mes de septiembre una chica a la que conocía tan sólo de vista perdió la vida en un accidente con su Harley. No conozco cuáles fueron las causas exactas, tan sólo que se cayó yendo completamente sola en una carretera.
En dos ocasiones de las que coincidí con ella pude verla conducir, una de ellas durante algunos km de carretera y también de autopista. A pesar de las considerables potencia y prestaciones de su moto, me pareció muy prudente y comedida tanto con el acelerador como con la conducción en general de su moto, nada llamativo en absoluto.
Lo que sí resultaba, y bastante, llamativa era la imagen que proyectaba con su equipación: Unas botas militares, un pantalón fino de camuflaje (era casi verano), una chaqueta de cuero, más roquera que motorista, y un casco aderezado con unas gafas de aviador, que más bien parecía una chichonera (hablando estrictamente desde el punto de vista de la protección).
Esta noticia es la que me ha llevado a escribir lo que estáis leyendo.
Jamás habréis oído o leído un sólo comentario mío acerca de la indumentaria, por muy estrambótica que ésta pueda resultar, con la que he visto ataviado ninguno de vosotros. No la habréis oído porque no lo he hecho nunca. Yo no soy quién, además de que me parezca fenomenal de que cada uno se vista como sienta, precisamente en este pequeño universo de la moto en el que se hace una continua proclama de la Libertad.
Por otro lado, pienso que todos ya tenéis padre y madre, mujer o marido que se preocupe por vosotros detentando la potestad de leeros frecuentemente la cartilla para que no dejéis de cuidaros (a veces, imagino, que más que frecuentemente); pero ahora, en esta ocasión, hacedme a mí, a este humilde compañero, también el inmenso favor de cuidaros, de protegeros dentro del orden y la línea que queráis marcaros con vuestra estética. Por favor, sin dejar de ser ni parecer exactamente los mismos que sois y parecéis ahora, mirad por vuestra protección, porque la caída, también para el harlysta, siempre está presente, acechando.
- Los guantes: Ya lo escribí en otro artículo. Si los queréis rigurosamente negros, sin más, y tenéis delante unos de vestir y otros deportivos (como los hay) discretos, con sus protecciones de kevlar y cuero reforzado en las partes más expuestas, por favor, elegid ésos, los deportivos.
-Los cascos: Si queréis usar cualquier casco con las formas más fantasiosas, como si es el de un procesional nazareno: ya sabéis de sobra lo que vale, lo exponéis con vuestra cabeza. Pero si os decidís a comprar un casco integral, ya sea en riguroso negro o en otro tono, por favor, tened presente, además de los detalles referidos a la estética y comodidad, que os proporcione la máxima protección. Si tenéis uno con homologación sólo europea y al lado otro con la americana (si es así, siempre tienen ambas), tened siempre presente que en caso de impacto el americano protege más. Y por supuesto, si tenéis en la mano uno con cierre de doble anilla (el único homologado para carreras) y otro de cualquier otro tipo, tened presente que con el de cierre de anilla será casi imposible que el casco se os salga de la cabeza en caso de caída.
-Las botas: Si tenéis delante unas botas de vestir (de militar, lisas, etcétera) y al lado otras de motorista que dan, prácticamente, el mismo aspecto, por favor, elegid las segundas. Tened presente que su diseño está estudiado, por lo menos, para proteger de los impactos en talón y puntera, además de recoger el tobillo para evitar al máximo su torsión en caso de caída.
-La chaqueta de cuero: lo mismo. Si tienes delante una de vestir (de roquero o de lo que sea) y otra de motorista con un aspecto muy similar o idéntico, por favor, eligid la de tipo motorista: estará preparada con protecciones en hombros, codos y seguramente en algunas partes más.
-La chaqueta de cordura: Si vais a hacer un viaje largo con ella y no lleva protección especial en la espalda, por favor, comparos una espaldera (tortuga), son comodísimas en un trayecto largo y a los dos minutos de ir en marcha no te acuerdas de que la llevas puesta.
- Sobre los pantalones, sé que es casi imposible que encontréis unos de cuero a vuestro gusto que estén diseñados para el motorista, pero ya que vais a comprar uno de vestir de calle (con cordones laterales o como sean) tened en cuenta, por favor, entre unos y otros su posible resistencia a la abrasión. Y si son unos vauqeros, mirad unos para motorista con protecciones de kevlar.
En definitiva, que os cuidéis mucho, por favor.
Os lo pide vuestro compañero Moriwoki, que os tiene mucho cariño, a pesar de que seáis todos tan Oscuros.
Un abrazo y felices fiestas.
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