Si vas a cambiar las pastillas tú mismo, debes retraer el émbolo que las aprieta contra el disco, pero antes de hacerlo debes limpiar el exterior del mismo con un spray especial para frenos. Una vez que esté bien limpio te aconsejo darle un poco de aceite lubricante. El motivo de hacer ésto es que las pastillas que vas a quitar ya están gastadas, y el émbolo estará fuera casi en su totalidad. Al poner unas pastillas nuevas, éstas tienen más grosor, y por tanto el émbolo debe entrar en su alojamiento más que antes. Si no está bien limpio, entrará con mucha dificultad, y las pastillas nuevas estarán en constante rozamiento con el disco lo que provocará que se cristalicen y a los pocos km empiecen a chirriar, aparte de que el disco se calentará más de la cuenta.
Para retraer el émbolo seguro que hay herramientas especiales, pero lo más fácil es poner las pastillas viejas y hacer palanca con un destornillador bien tocho. No hay que hacer demasiada fuerza, pero sí mantener la presión constante durante algún tiempo. Verás que poco a poco se irá retrayendo sin dificultad. Una vez que las hayas cambiado, no olvides bombear la maneta hasta que las nuevas pastillas aprieten el disco y coja presión el circuito. Aún así, ojito con las primeras frenadas, hasta que las pastillas no se gasten un poco y se acoplen por completo a la superficie del disco la moto no frenará al 100%.
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