Resulta que los escapes son como el vino!

Chumango Lopez

Well-Known Member
Hace unas semanas, revolviendo mi taller, me encontré con los escapes originales en forma de puro de la FatBoy 95 (perforados en su momento), los que cambié por unos Harley Straight Cut unos 4 años atrás.

Me gustó el estilo retro y se los volví a instalar para ver como se veían y me sorprendí lo bien que sonaban, un sonido ronco, con buenos bajos que hace temblar los vidrios sin ser estridente (a tal punto me gustó que se los deje). No recordaba que sonaran tan bien.

Un par de días atrás pasé a ver a mis amigos de un taller Harley independiente y les comenté el cambio. La respuesta me sorprendió: obvio! si los escapes son como el vino :me_kagun:, mejoran el sonido con el tiempo.

Porque?, el oxido interior tendrá propiedades acústicas? (no me lograron dar con una explicación, pero parece que es cierto)
 
Amigo Chumango... ¿y si nos pones un vídeo y así te damos nuestra opinión?... :cachondon:
 
Lo cierto que, si no es por las fibras interiores, no tiene porque existir un cambio en la absortividad acústica del material del escape. Sobretodo, porque van tratados para evitar desgastes o problemas a corto/medio plazo (por los componentes químicos de la combustión... si no en 4 días tendríamos eso como un queso...)

Saludos.
 
Pues aunque no tenga una explicación, digamos "científica", a mi me pasó algo parecido que a Chumango.Después de andar años con las colas originales más Fishtail, cambié a V&H Monster Oval que sonaban muy bien, buscando un sonido más jarly.Para pasar la ITV le puse otra vez los originales y me gustó tanto el "nuevo" sonido que vendí los V&H y me quedé con los "humildes" originales y tan contento... haberlas haylas!!:complice:
 
Ten en cuenta que tambien a cambiado el sonido del motor con los km (MEJORA).

Vss
 
No sé cual es la razón técnica, pero a las motos les pasa como a los adolescentes: según se hacen mayores les cambia la voz y se hace más grave.
Lo tengo comprobado en varias motos. Al principio suenan algo "scooterosas", pero según se hacen kilómetros, el tono se vuelve más grave y profundo. Vamos, que empiezan como un teleñeco y acaban como Constantino Romero.
 
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