moriwoki
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Y ésta es la opinión del que ahora os escribe editada en esta prueba:
SEGUNDA OPINIÓN
Un día gris, gravemente plomizo, ya atardecido y por añadidura alcanzando un rincón del centro ensombrecido por una densa y exclusiva arboleda; una lluvia que, como las manecillas del reloj, mantenía su ritmo cadentemente depresivo durante todo aquel lunes, no dejó de caerme encima hasta que crucé el umbral de aquella persiana recogida. Me acodé en el mostrador de recepción y saludé al responsable del taller al mismo tiempo que me disponía, una vez más, a relatarle mis datos personales.
-Vienes a por la Muscle, ¿verdad?
Hice un gesto afirmativo como respuesta y, automáticamente, uno de los empleados penetró en el interior de la zona restringida. Un minuto después se dejó oír un bicilíndrico –Calro, ¿qué podría esperar dentro de un concesionario Harley?-; sin embargo éste tenía un sonido muy diferente. Sin verlo, sólo escuchando los breves toques de acelerador que sacudía el mecánico y su ralentí de sirena, se anunciaba una desconocida alegría, una rabia contenida dentro de un sonido impropio, aunque no desconocido después de diez años, de la casa de Milwaukee.
Al fin y al cabo se trataba de una V-Rod.
Me recosté contra el mostrador plantando la mirada en la puerta interior, ciertamente algo más relajado que el matador esperando al morlaco saliendo de chiqueros, aunque no sin cierta similitud con la escena. El sonido alegre y, ¿por qué no decirlo al tratarse de una Harley?, Deportivo, se fue acercando con los toques acompasados del gas que dejaba caer el empleado con un gusto orgulloso. Asomó una rueda muy lentamente, después un faro… y lo que vi a continuación, con toda mi sorpresa, simplemente me desbordó. Me embargó.
Me he encontrado frente a muchas motos en mi vida, evidentemente; han sido hasta la fecha cuatro décadas de dilatado motociclismo en las más variopintas de sus versiones, sin embago, cuando colocaron la V-Rod Muscle delante de mí –asumiendo el riesgo que entraña lo que voy a decir-, sólo cabía en mí un calificativo:
Es la moto más bella que he visto en mi vida. Una moto de una belleza bestial.
Y así lo corroboró después el que pretendía ser un severo juicio estético (lo era para mí hasta esa fecha) de mi amigo Ramón. Literalmente: No hizo otra cosa que balbucear media hora más tarde, cuando planté la Muscle frente a la cristalera de su bar.
Ciertamente, todas las fotos que había visto hasta ese día no hacían justicia al deslumbrante estilismo de esta obra de arte; todas esas filminas no son capaces de captar todo el esplendor que desprende su belleza y recomiendo a todo aquél que observe alguna de estas imágenes y sienta algún interés por esta moto (referirse a ella como modelo es una imperdonable falta de gusto) que espere a tener la oportunidad de plantarse delante de un ejemplar.
Por lo que a la parte dinámica se refiere, para mí este motor V-Rod tiene dos caras. Una suave, dócil y placentera, que invita al custom más lírico y sibarita; y otra que aparece a partir de un umbral de r.p.m. que para el otro mundo Harley, el más tradicional y arraigado, se halla simplemente dentro del espacio de la ciencia ficción. Esta otra cara, que aparece en torno a las seis mil vueltas, se revela con un tacto deportivo que a mí me recordó ni más ni menos que a la bicilíndrica italiana más famosa y laureada de la historia. Aunque, ciertamente, no hay que exagerar, le V-Rod no llega a adentrarse en los extremos de los Testatetra de Ducati, que hoy día penetran con todo el desparpajo en los regímenes de los cuatro cilindros, pero sí es cierto que este motor Harley empuja con más rabia y muy por encima de los otros motores italianos refrigerados por aire.
Sobre la posición de este modelo, debo decir en honor a la verdad que tuve algún problema con una tensión permanente en los riñones, debida ni más ni menos, por lo que hablé después con José Ángel, a mis vicios deportivos. No fui capaz de relajarla, aun a mis años continúo metido en las carreras y eso hace muy difícil colgarse del manillar de una moto dejando caer el cuerpo hacia atrás. Es el punto de vista desde el extremo más racing y quemado de la que no tengo ninguna duda de que se constituirá como la moto lírica y brutal por excelencia.
Esta Harley es muy larga –algo nada novedoso dentro de la marca, ni siquiera dentro del mundo custom-, pero aparte de obligarnos a realizar alguna maniobra de más dentro de nuestro garaje, no compromete, en absoluto, la entrada ni el paso por cualquiera de esas rotondas tan urbanas como repetitivas. Hay que llevarla al interior, desde luego, y no sólo por su longitud, también por el descomunal 240 que monta detrás; pero en cualquier caso la maniobra se hace con una sorprendente naturalidad, sin exageraciones. Estamos conduciendo una Muscle, chico, ¿o es que acaso estamos hablando de una motillo anodina, sin carácter? Hay que ponerse en situación.
Por otro lado, decantándose hacia la vertiente más tenebrosa, al que se sienta traspasado por la tentación del lado oscuro que ofrece este motor (no me refiero al lado negro de Harley, de eso habla José Ángel), experimentará un inmenso placer al verse inclinado, o más bien tirado a la salida de una curva, en cualquier marcha de esta Muscle y abrir a fondo el gas, a no sé cuántas mil vueltas, para sentirse catapultado hacia una velocidad inevitablemente delictiva.
Conclusión:
La V-Rod frena. Se tiene, se aguanta con solidez en curvas rápidas, muy rápidas, pero sobre todo acelera; acelera como el mismísimo demonio.
Es así, ciertamente; las prestaciones de la V-Rod Muscle son tan impropias de una custom que desconcierta al motorista que, simplemente, la ha adquirido por su irresistible belleza.
Acelera mucho, como digo, aunque tampoco es cuestión, pienso, de realizar una prueba exhaustiva con ella en un circuito de competición buscando qué tiempos se pueden marcar.
Aunque… ¿quién sabe? Tal vez en alguna ocasión y sólo por curiosidad…
Quién sabe.
Autor: Tomás Pérez
Director de la Escuela de Conducción
FICHA TECNICA
MOTOR: Revolution V-Twin de 60º con refrigeración líquida.
CILINDRADA: 1250 CC
CARRERA: 72
DIAMETRO: 105 mm
PAR MOTOR: 115 Nm 6500 rpm
ALIMENTACION: Sistema de inyección de combustible electrónico secuencial ESPFI
RELACION DE COMPRESION: 11.5:1
PRIMARI DRIVE: Engranaje, relación 64/117
RUEDAS:
Delantera y trasera: Llanta de aleación de 5 radios.
NEUMATICOS:
Delantero: 120/70 Z R 19 60W
Trasero: 240/40R18 79V
FRENOS:
Delantero: doble disco con pinzas de 4 pistones
Trasero: monodisco de 4 pistones
ANGULO DE INCLINACIÓN: 32/32º
SISTEMA DE ESCAPE: Dual con acabado cromado satinado.
LONGITUD: 2410 mm
LANZAMIENTO: 34º
ALTURA DEL ASIENTO: 705 mm
AVANCE: 142 mm
DISTANCIA AL SUELO: 105 mm
DISTANCIA ENTRE EJES: 1700 mm
CAPACIDAD GASOLINA: 18,9 litros
CAPACIDAD ACEITE: 4,7 litros
PESO:
En Vacío: 292 kgs
Traser: 307 kgs
PRECIO: A partir de 20.450€