DOC.
Well-Known Member
Este sábado pasado los hados estaban de mi parte, ganas de pilotar, y sin mayores obligaciones sociales, laborales, ni familiares, así que decido sobre la marcha ir a explorar la ruta prevista a Benavente, a ser posible toda ella por carreteras secundarias.
Dicho y hecho, al alba y con viento de levante a las 08,45 h. salgo de casa, temperatura ambiente 2ºC, tomo la M-50, subo el puerto de los leones con restos de nieve en las cunetas y mayor cuidado en la bajada al ser la vertiente norte y con un aspecto blanquecino en el asfalto que resultaba sospechoso reduzco la marcha aunque en realidad era sal. La temperatura exterior cae hasta los 0º, y se establece una seria disputa entre el frio invernal y mis guantes calefactables que finalmente derrotan a las inclemencias.
Nada de tráfico, me desvío hacia El Espinar, y tomo la carretera local SG-500 dirección Ávila.
Es una sensación nueva, es la primera vez que emprendo una larga travesía en solitario, y me siento raro al no divisar focos que me sigan por el espejo retrovisor ni el doloroso estruendo en los oídos de los escapes libres que adornan a muchas de nuestras jarlys, pero me siento bien, es agradable no estar pendiente de nada y sentirse acompañado a lo lejos sobre colinas a izquierda y derecha de la vía por enormes gigantes que me hacen señas con sus largos y estilizados brazos, y me relajo en mis pensamientos. La carreterilla es recta con toboganes que si los tomas rápido te hacen sentir una extraña y agradable sensación de hormigueo en el estomago, y cometo un tremendo error.
No recuerdo una situación tan apurada desde hace muchos años.
Iba relajado, a gusto, y con un pilotaje tan descuidado que a la salida de una curva que tomo abierta pero sin visibilidad me encuentro de frente con el único coche con el que me cruzo en todo este tramo. Chute de adrenalina y movimiento brusco de cadera consigo volcar la moto hacia mi carril y nos cruzamos en el último momento a no más de un metro de distancia. Que susto, lo siento amigo!
Se acabo el ir ensimismado, y aunque tengo propensión al despiste, me propongo una conducción concentrada.
Casi sin darme cuenta llego a Ávila, las murallas deben estar recogidas hasta la llegada de los turistas porque yo no las veo, me desvío dirección Salamanca y ahora sí que no me pasa desapercibido gracias a la atención que llevo un pajarraco negro a un lado de la cuneta en plena recta y en bajada con algo parecido a un radar en el pico. Lo siento amigos, me temo que vais a echar la mañana en balde porque muchos más vehículos no van a pasar, otra vez será.
Vuelvo a desviarme hacia la carretera nacional N-501 dirección Peñaranda de Bracamonte y en San Pedro del Arroyo decido que es el momento de la primera parada técnica para echar gasolina. Dios que precio, y con el sueldo menguado gracias al zapa. Total 135 Km. Pregunto: tienen las sportster que nos quieran acompañar suficiente autonomía??
Pues ala no queda otra, depósito lleno y a seguir ruta.
Poco después me desvío por las diferentes carreteras locales, la temperatura se vuelve agradable, y el olor de la naturaleza me embriaga (huele a mierda de gorrino en todos los pueblos) largisimas rectas me dirigen hacia el horizonte sobre yelmos campos esperando tiempos mejores de agua y siembra.
Los pueblos, que decir, dormidos en el tiempo, tejados hundidos, y paredes de barro tan tristes como sus gentes, aldeanos retorcidos por años de duro trabajo y poco beneficio. Las ventanas cerradas, las calles desiertas, me cruzo con algún tractorista deseoso de levantar la mano a modo de saludo a mi paso.
Y llego a ALAEJOS final de trayecto, casi 190 Km de recorrido y dos horas treinta invertidas. Desde aquí nos esperan otros 80 Km aproximadamente hasta Benavente, no sin antes pasar por Toro, recorrido que no conozco pero que el pollo desplumado tiene el encargo de reconocer este fin de semana y ya nos contará sus peculiaridades (me da la impresión que es la etapa que más merece la pena)
La conducción ha sido a velocidad legal “ligerita” y el asfalto bueno en general.
Los paisajes, si te gusta leer a Unamuno te gustarán, tierra dura, y de secano.
Bueno prosigo que me distraéis, cafetito y mgadalena 1,50€ y vuelta por otra ruta más directa dirección Arévalo. La carretera local fea como ella sola, para que voy a adornarlo, y los últimos 15 Km a la altura de sinlabajos (nombre del pueblo) de características rugosas me recordaba la necesidad de comprarme un suspensorio. Total 103 Km hasta Arévalo, a los que tenemos que sumar otros 130 hasta Madrid.
Y eso es todo amigos, a mi no me importará repetir el recorrido, pero lo que es indispensable es salir a las 8 de la mañana si queremos llegar en hora siguiendo las directrices de nuestro druida.
Dicho y hecho, al alba y con viento de levante a las 08,45 h. salgo de casa, temperatura ambiente 2ºC, tomo la M-50, subo el puerto de los leones con restos de nieve en las cunetas y mayor cuidado en la bajada al ser la vertiente norte y con un aspecto blanquecino en el asfalto que resultaba sospechoso reduzco la marcha aunque en realidad era sal. La temperatura exterior cae hasta los 0º, y se establece una seria disputa entre el frio invernal y mis guantes calefactables que finalmente derrotan a las inclemencias.
Nada de tráfico, me desvío hacia El Espinar, y tomo la carretera local SG-500 dirección Ávila.
Es una sensación nueva, es la primera vez que emprendo una larga travesía en solitario, y me siento raro al no divisar focos que me sigan por el espejo retrovisor ni el doloroso estruendo en los oídos de los escapes libres que adornan a muchas de nuestras jarlys, pero me siento bien, es agradable no estar pendiente de nada y sentirse acompañado a lo lejos sobre colinas a izquierda y derecha de la vía por enormes gigantes que me hacen señas con sus largos y estilizados brazos, y me relajo en mis pensamientos. La carreterilla es recta con toboganes que si los tomas rápido te hacen sentir una extraña y agradable sensación de hormigueo en el estomago, y cometo un tremendo error.
No recuerdo una situación tan apurada desde hace muchos años.
Iba relajado, a gusto, y con un pilotaje tan descuidado que a la salida de una curva que tomo abierta pero sin visibilidad me encuentro de frente con el único coche con el que me cruzo en todo este tramo. Chute de adrenalina y movimiento brusco de cadera consigo volcar la moto hacia mi carril y nos cruzamos en el último momento a no más de un metro de distancia. Que susto, lo siento amigo!
Se acabo el ir ensimismado, y aunque tengo propensión al despiste, me propongo una conducción concentrada.
Casi sin darme cuenta llego a Ávila, las murallas deben estar recogidas hasta la llegada de los turistas porque yo no las veo, me desvío dirección Salamanca y ahora sí que no me pasa desapercibido gracias a la atención que llevo un pajarraco negro a un lado de la cuneta en plena recta y en bajada con algo parecido a un radar en el pico. Lo siento amigos, me temo que vais a echar la mañana en balde porque muchos más vehículos no van a pasar, otra vez será.
Vuelvo a desviarme hacia la carretera nacional N-501 dirección Peñaranda de Bracamonte y en San Pedro del Arroyo decido que es el momento de la primera parada técnica para echar gasolina. Dios que precio, y con el sueldo menguado gracias al zapa. Total 135 Km. Pregunto: tienen las sportster que nos quieran acompañar suficiente autonomía??
Pues ala no queda otra, depósito lleno y a seguir ruta.
Poco después me desvío por las diferentes carreteras locales, la temperatura se vuelve agradable, y el olor de la naturaleza me embriaga (huele a mierda de gorrino en todos los pueblos) largisimas rectas me dirigen hacia el horizonte sobre yelmos campos esperando tiempos mejores de agua y siembra.
Los pueblos, que decir, dormidos en el tiempo, tejados hundidos, y paredes de barro tan tristes como sus gentes, aldeanos retorcidos por años de duro trabajo y poco beneficio. Las ventanas cerradas, las calles desiertas, me cruzo con algún tractorista deseoso de levantar la mano a modo de saludo a mi paso.
Y llego a ALAEJOS final de trayecto, casi 190 Km de recorrido y dos horas treinta invertidas. Desde aquí nos esperan otros 80 Km aproximadamente hasta Benavente, no sin antes pasar por Toro, recorrido que no conozco pero que el pollo desplumado tiene el encargo de reconocer este fin de semana y ya nos contará sus peculiaridades (me da la impresión que es la etapa que más merece la pena)
La conducción ha sido a velocidad legal “ligerita” y el asfalto bueno en general.
Los paisajes, si te gusta leer a Unamuno te gustarán, tierra dura, y de secano.
Bueno prosigo que me distraéis, cafetito y mgadalena 1,50€ y vuelta por otra ruta más directa dirección Arévalo. La carretera local fea como ella sola, para que voy a adornarlo, y los últimos 15 Km a la altura de sinlabajos (nombre del pueblo) de características rugosas me recordaba la necesidad de comprarme un suspensorio. Total 103 Km hasta Arévalo, a los que tenemos que sumar otros 130 hasta Madrid.
Y eso es todo amigos, a mi no me importará repetir el recorrido, pero lo que es indispensable es salir a las 8 de la mañana si queremos llegar en hora siguiendo las directrices de nuestro druida.