HDPaco
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sonido característico de las burricas: http://www.hogeuropegallery.com/assets/downloads/HDsound.mp3
Ninguna otra moto en el mundo tiene un sonido tan característico e identificable como el de una Harley-Davidson. Pero la adictiva melodía del V-Twin no es casual, es el resultado de investigaciones punteras y de las preferencias de un “jurado del sonido”. Es así como se crea el característico sonido de las Harley.
Se ha denominado “el ruido más conocido del motociclismo” y se ha dicho que es una parte integral de la experiencia de conducir una Harley-Davidson. El sonido del motor de una Harley no se parece a ningún otro y desempeña un papel importante en el atractivo de las máquinas de Milwaukee.
El “logotipo acústico” de Harley surge del hecho de que, desde 1909, sus motores V-Twin de carrera larga y 45 grados comparten un único muñón del cigüeñal. Este diseño da como resultado un sonido sincopado e irregular que, al imitarse verbalmente, suena a “patata-patata-patata”. El sonido también se ha descrito como uno similar al del latido del corazón humano, una melodía que, literalmente, llega directo al corazón.
Sin embargo, la tecnología avanza, los diseños de los motores cambian y se introducen normativas sobre ruidos más estrictas. Todo esto hace que lograr ese sonido característico de Harley sea algo cada vez más complejo. Alex Bozmoski es el director del departamento de ingeniería de NVH (siglas en inglés de ruido, vibración y dureza) de Harley. Su trabajo consiste en garantizar que todas las nuevas Harley suenen en realidad como Harley. “Harley-Davidson tiene un sonido legendario del que todo el mundo habla”, señala. “La función del equipo de NVH es conservar y mejorar ese sonido en los nuevos modelos y, al mismo tiempo, cumplir con la normativa sobre ruido”.
El departamento de NVH de Harley es impresionante. La cámara anecoica (“antieco”) está diseñada para eliminar las interferencias de cualquier otro ruido que no sea el que se esté midiendo. Sus paredes están formadas por 1.400 cuñas rellenas de fibra de vidrio que impiden la resonancia. La sala se encuentra dentro de otra sala mayor que la aísla y, aunque pesa más de un millón de kilos, la sala más pequeña flota por completo en el aire gracias a las 66 bolsas de aire que la sostienen. De este modo, los micrófonos que hay en la cámara no captan los sonidos que puedan transmitirse a través del suelo.
Una hilera de micrófonos ultrasensibles graba el sonido de cada moto mientras está en marcha sobre un dinamómetro. A fin de imitar el efecto Doppler de una moto que acelera de izquierda a derecha (o de derecha a izquierda), incluso cuando está parada, los micrófonos se colocan de tal forma que los que se encuentran más lejos de la moto graban el sonido con un volumen más bajo. Cuando, más tarde, se forma la secuencia, el sonido es exactamente el mismo que el de una moto que va a gran velocidad por la carretera.
Pero eso es solo una parte de la tecnología. Unos ventiladores se elevan desde el suelo para imitar el aire fresco que sopla cuando se conduce la moto a gran velocidad. Al interior de la cámara se bombean 1.415 metros cúbicos por minuto de aire fresco para que los técnicos no sufran una intoxicación por monóxido de carbono. La moto, que está sobre el dinamómetro, se opera a distancia desde una cabina de control a través de un sistema por cable informatizado y, una vez que se han examinado los sonidos, los ingenieros pueden realizar los ajustes necesarios in situ cuando el dinamómetro se eleva desde el suelo para crear un banco de trabajo.
Sin embargo, a pesar de este grado de sofisticación, son las personas las que deciden cómo debe sonar cada nueva Harley. Después de que los sonidos de la moto se han grabado minuciosamente en la cámara anecoica, un jurado los escucha y valora. “Durante las pruebas tenemos en cuenta lo que a la gente le gusta de un sonido en comparación con otro”, comenta Bozmoski. “¿Cuál se parece más al de un vehículo de paseo? ¿Cuál se parece más al de un vehículo deportivo? Ponemos mucho cuidado en lograr que el sonido sea el adecuado sin que resulte molesto, y que al mismo tiempo cumpla con las normativas”.
El sonido característico de las Harley es tan importante para la empresa que el 1 de febrero de 1994 se emprendió una larga batalla judicial para registrarlo como marca comercial. Harley consideraba que los fabricantes rivales estaban tratando de imitar el sonido en sus motocicletas a fin de robarles ventas. Después de todo, el sonido de las Harley siempre ha supuesto una importante ventaja competitiva. Tal como lo expresó el antiguo consejero delegado, Jeff Bleustein: “El bramido típico de las Harley es único y, para nuestros clientes, constituye un importante incentivo para la compra”.
Puede parecer extraño, pero en realidad es posible registrar comercialmente un sonido. El ejemplo más conocido es el de los estudios MGM, que registraron el famoso rugido del león. No obstante, el caso del sonido de Harley es más complejo y a pesar de creer que, desde el punto de vista ético, debía haber ganado el juicio, en el año 2000 la empresa finalmente abandonó el litigio que había durado seis años. Durante el proceso, los fabricantes rivales argumentaron que todas las motos grandes con un motor V-Twin suenan igual. No estamos de acuerdo.
Ninguna otra moto en el mundo tiene un sonido tan característico e identificable como el de una Harley-Davidson. Pero la adictiva melodía del V-Twin no es casual, es el resultado de investigaciones punteras y de las preferencias de un “jurado del sonido”. Es así como se crea el característico sonido de las Harley.
Se ha denominado “el ruido más conocido del motociclismo” y se ha dicho que es una parte integral de la experiencia de conducir una Harley-Davidson. El sonido del motor de una Harley no se parece a ningún otro y desempeña un papel importante en el atractivo de las máquinas de Milwaukee.
El “logotipo acústico” de Harley surge del hecho de que, desde 1909, sus motores V-Twin de carrera larga y 45 grados comparten un único muñón del cigüeñal. Este diseño da como resultado un sonido sincopado e irregular que, al imitarse verbalmente, suena a “patata-patata-patata”. El sonido también se ha descrito como uno similar al del latido del corazón humano, una melodía que, literalmente, llega directo al corazón.
Sin embargo, la tecnología avanza, los diseños de los motores cambian y se introducen normativas sobre ruidos más estrictas. Todo esto hace que lograr ese sonido característico de Harley sea algo cada vez más complejo. Alex Bozmoski es el director del departamento de ingeniería de NVH (siglas en inglés de ruido, vibración y dureza) de Harley. Su trabajo consiste en garantizar que todas las nuevas Harley suenen en realidad como Harley. “Harley-Davidson tiene un sonido legendario del que todo el mundo habla”, señala. “La función del equipo de NVH es conservar y mejorar ese sonido en los nuevos modelos y, al mismo tiempo, cumplir con la normativa sobre ruido”.
El departamento de NVH de Harley es impresionante. La cámara anecoica (“antieco”) está diseñada para eliminar las interferencias de cualquier otro ruido que no sea el que se esté midiendo. Sus paredes están formadas por 1.400 cuñas rellenas de fibra de vidrio que impiden la resonancia. La sala se encuentra dentro de otra sala mayor que la aísla y, aunque pesa más de un millón de kilos, la sala más pequeña flota por completo en el aire gracias a las 66 bolsas de aire que la sostienen. De este modo, los micrófonos que hay en la cámara no captan los sonidos que puedan transmitirse a través del suelo.
Una hilera de micrófonos ultrasensibles graba el sonido de cada moto mientras está en marcha sobre un dinamómetro. A fin de imitar el efecto Doppler de una moto que acelera de izquierda a derecha (o de derecha a izquierda), incluso cuando está parada, los micrófonos se colocan de tal forma que los que se encuentran más lejos de la moto graban el sonido con un volumen más bajo. Cuando, más tarde, se forma la secuencia, el sonido es exactamente el mismo que el de una moto que va a gran velocidad por la carretera.
Pero eso es solo una parte de la tecnología. Unos ventiladores se elevan desde el suelo para imitar el aire fresco que sopla cuando se conduce la moto a gran velocidad. Al interior de la cámara se bombean 1.415 metros cúbicos por minuto de aire fresco para que los técnicos no sufran una intoxicación por monóxido de carbono. La moto, que está sobre el dinamómetro, se opera a distancia desde una cabina de control a través de un sistema por cable informatizado y, una vez que se han examinado los sonidos, los ingenieros pueden realizar los ajustes necesarios in situ cuando el dinamómetro se eleva desde el suelo para crear un banco de trabajo.
Sin embargo, a pesar de este grado de sofisticación, son las personas las que deciden cómo debe sonar cada nueva Harley. Después de que los sonidos de la moto se han grabado minuciosamente en la cámara anecoica, un jurado los escucha y valora. “Durante las pruebas tenemos en cuenta lo que a la gente le gusta de un sonido en comparación con otro”, comenta Bozmoski. “¿Cuál se parece más al de un vehículo de paseo? ¿Cuál se parece más al de un vehículo deportivo? Ponemos mucho cuidado en lograr que el sonido sea el adecuado sin que resulte molesto, y que al mismo tiempo cumpla con las normativas”.
El sonido característico de las Harley es tan importante para la empresa que el 1 de febrero de 1994 se emprendió una larga batalla judicial para registrarlo como marca comercial. Harley consideraba que los fabricantes rivales estaban tratando de imitar el sonido en sus motocicletas a fin de robarles ventas. Después de todo, el sonido de las Harley siempre ha supuesto una importante ventaja competitiva. Tal como lo expresó el antiguo consejero delegado, Jeff Bleustein: “El bramido típico de las Harley es único y, para nuestros clientes, constituye un importante incentivo para la compra”.
Puede parecer extraño, pero en realidad es posible registrar comercialmente un sonido. El ejemplo más conocido es el de los estudios MGM, que registraron el famoso rugido del león. No obstante, el caso del sonido de Harley es más complejo y a pesar de creer que, desde el punto de vista ético, debía haber ganado el juicio, en el año 2000 la empresa finalmente abandonó el litigio que había durado seis años. Durante el proceso, los fabricantes rivales argumentaron que todas las motos grandes con un motor V-Twin suenan igual. No estamos de acuerdo.