FXSTC95
Well-Known Member
Tras ver unas de las últimas fotos que se han publicado en el foro (grande R en todos los sentidos) me ha asaltado la duda y he estado dándole vueltas sin poder imaginarme la situación.
Veamos, hay compañeros que llevan una perilla de tamaño considerable y están orgullosos de ella, que para eso la han criado, mimado y atusado durante tanto tiempo.
Pero claro, intento imaginarme esa perilla al viento con casco abierto y me parece que su posición natural será plano horizontal y dirección contraria a la marcha.
Cuando el piloto viaja solo no hay problema, que la perilla haga lo que quiera, pero cuando se viaja con paquete, que esa pera te esté sacudiendo en la cara no debe ser muy agradable.
Porque seamos serios, los pelos de las perillas se parecen a los de otra parte del cuerpo, y vértelos llegar de repente y que estén deambulando por todo el careto tiene que ser una sensación aterradora
Una solución que se me ocurre sería sacar las tijeras del bolso y "pelilos a la mar".
Otra podría ser amarrarla con un broche a la solapa (de calavera of course), pero la pega que le veo es que con las vibraciones se suelte y el paquete se encuentre que no solo viene la pera, si no que trae compañía y le puede dejar un calaverazo rojo durante horas. Eso sí, en ese caso extremo el paquete tendría pleno derecho a sacar las uñas y hacer un cristo al perillero.
Pues eso, estuve una noche dándole vueltas a las perillas y me ha dejado secuelas. :timido:
Veamos, hay compañeros que llevan una perilla de tamaño considerable y están orgullosos de ella, que para eso la han criado, mimado y atusado durante tanto tiempo.
Pero claro, intento imaginarme esa perilla al viento con casco abierto y me parece que su posición natural será plano horizontal y dirección contraria a la marcha.
Cuando el piloto viaja solo no hay problema, que la perilla haga lo que quiera, pero cuando se viaja con paquete, que esa pera te esté sacudiendo en la cara no debe ser muy agradable.
Porque seamos serios, los pelos de las perillas se parecen a los de otra parte del cuerpo, y vértelos llegar de repente y que estén deambulando por todo el careto tiene que ser una sensación aterradora
Una solución que se me ocurre sería sacar las tijeras del bolso y "pelilos a la mar".
Otra podría ser amarrarla con un broche a la solapa (de calavera of course), pero la pega que le veo es que con las vibraciones se suelte y el paquete se encuentre que no solo viene la pera, si no que trae compañía y le puede dejar un calaverazo rojo durante horas. Eso sí, en ese caso extremo el paquete tendría pleno derecho a sacar las uñas y hacer un cristo al perillero.
Pues eso, estuve una noche dándole vueltas a las perillas y me ha dejado secuelas. :timido: