FlowerMotard
Well-Known Member
Hola compañeros!
He escrito este post después que pasaran unos días, para que se me pasara el cabreo conmigo misma y con el establecimiento, para intentar coger un poco más de perspectiva en el asunto y ser más correcta.
El tema es que quiero expresar mi mala experiencia en reiteradas veces en un famoso concesionario oficial Harley Davidson de Barcelona, situado en el barrio de les Corts, en la Calle Joan Güell, concretamente.
(No pongo nombre para evitar censuras por parte de los administradores del foro).
Compré una moto nueva en ese concesionario porqué la persona que me atendió y vendió la moto (y que ya no está, por cierto) hizo muy bien su labor, y creí que todo que iba detrás sería igual de profesional y
competente.
Con el desconocimiento del sector y el miedo a no perder garantía, he llevado la moto al mismo taller de este establecimiento a pasar las revisiones, y por una historia / " accidente" que tuvimos con la moto también la
llevamos allí. También lo hemos visitado en otras ocasiones por motivos de defecto de fabricación (es decir garantía).
En todas estas visitas, he recibido un trato amable y correcto, todo sea dicho, por ese motivo he seguido volviendo, incluso justificándome a mi misma que esos fallos han sido porqué tienen mucho trabajo y que se nota
un ambiente laboral "quemadillo". Pero en realidad, han tenido varios fallos gordos como no collar la tuerca de la rueda, repintar los tubos mal, y no quiero olvidarme de las tonterías de fábrica con las que ha venido la
moto (corona con rozaduras de estar mal montada, juntas que perdían, o la luz de freno que se quedaba marcada...)-
Total, que en la última me la han colado y de manera intencionada, y eso sí me ha dolido. El resumen es que se había petado un silencioso del tubo y me han cambiado los dos, cuando el otro estaba en perfecto estado. Y
encima cuando el jefe de mecánicos me llamó para informarme de la avería me dijo que estaban los dos silenciosos mal.... y yo le dije que dejara los escapes sin los silenciosos, que ya iría haciendo más ruido, y tuvo el
morro de decirme que no podía ir sin ellos y que tenía que pedirlos . Total que cuando hable con mi pareja y se lo conté... se puso como una moto porqué se meten los cortafuegos (que ellos mismos quitaron para poner
los silenciosos la primera vez, y que teníamos en casa) y listos... pero ya era demasiado tarde. Pero ahí tuve yo la culpa de reaccionar tarde.
Podría haber puesto en más de una ocasión hoja de reclamaciones y con fundamento, aunque se lo fui pasando todo, pero esto último me ha dolido, porqué al ser una pardilla se piensan que me la podrían colar sin más,
y sin consecuencias.
Llegué a pensar que hemos tenido mala suerte, pero tengo experiencias de gente a mi alrededor que corroboran mi opinión.
Y como creo en el boca a boca, y en el karma, os lo dejo escrito aquí, por si tenéis que ir a un concesionario desaconsejaros este, ya que por ganarse unas perras pecan de una política de empresa decente, ya que no
fomenta la confianza entre el taller y el cliente y además sus trabajos son poco profesionales, aún cobrando un precio de mano de obra de lujo.
Buenas noches,
Salut i birres.
He escrito este post después que pasaran unos días, para que se me pasara el cabreo conmigo misma y con el establecimiento, para intentar coger un poco más de perspectiva en el asunto y ser más correcta.
El tema es que quiero expresar mi mala experiencia en reiteradas veces en un famoso concesionario oficial Harley Davidson de Barcelona, situado en el barrio de les Corts, en la Calle Joan Güell, concretamente.
(No pongo nombre para evitar censuras por parte de los administradores del foro).
Compré una moto nueva en ese concesionario porqué la persona que me atendió y vendió la moto (y que ya no está, por cierto) hizo muy bien su labor, y creí que todo que iba detrás sería igual de profesional y
competente.
Con el desconocimiento del sector y el miedo a no perder garantía, he llevado la moto al mismo taller de este establecimiento a pasar las revisiones, y por una historia / " accidente" que tuvimos con la moto también la
llevamos allí. También lo hemos visitado en otras ocasiones por motivos de defecto de fabricación (es decir garantía).
En todas estas visitas, he recibido un trato amable y correcto, todo sea dicho, por ese motivo he seguido volviendo, incluso justificándome a mi misma que esos fallos han sido porqué tienen mucho trabajo y que se nota
un ambiente laboral "quemadillo". Pero en realidad, han tenido varios fallos gordos como no collar la tuerca de la rueda, repintar los tubos mal, y no quiero olvidarme de las tonterías de fábrica con las que ha venido la
moto (corona con rozaduras de estar mal montada, juntas que perdían, o la luz de freno que se quedaba marcada...)-
Total, que en la última me la han colado y de manera intencionada, y eso sí me ha dolido. El resumen es que se había petado un silencioso del tubo y me han cambiado los dos, cuando el otro estaba en perfecto estado. Y
encima cuando el jefe de mecánicos me llamó para informarme de la avería me dijo que estaban los dos silenciosos mal.... y yo le dije que dejara los escapes sin los silenciosos, que ya iría haciendo más ruido, y tuvo el
morro de decirme que no podía ir sin ellos y que tenía que pedirlos . Total que cuando hable con mi pareja y se lo conté... se puso como una moto porqué se meten los cortafuegos (que ellos mismos quitaron para poner
los silenciosos la primera vez, y que teníamos en casa) y listos... pero ya era demasiado tarde. Pero ahí tuve yo la culpa de reaccionar tarde.
Podría haber puesto en más de una ocasión hoja de reclamaciones y con fundamento, aunque se lo fui pasando todo, pero esto último me ha dolido, porqué al ser una pardilla se piensan que me la podrían colar sin más,
y sin consecuencias.
Llegué a pensar que hemos tenido mala suerte, pero tengo experiencias de gente a mi alrededor que corroboran mi opinión.
Y como creo en el boca a boca, y en el karma, os lo dejo escrito aquí, por si tenéis que ir a un concesionario desaconsejaros este, ya que por ganarse unas perras pecan de una política de empresa decente, ya que no
fomenta la confianza entre el taller y el cliente y además sus trabajos son poco profesionales, aún cobrando un precio de mano de obra de lujo.
Buenas noches,
Salut i birres.