Si tuvieras real confianza con tu banco, o un amigo dentro (muchos lo tenemos), agarras el cheque con esos 12400 leuracos (ó 10800 sterling poundeses, ó 14000 USD que casualmente tenía el nigeriano a mano), te vas a tu Banco o Caja y lo ingresas en tu cuenta.
Inmediatamente, tu amigo/amiga/amigue agafa el teléfano y llama a la Agencia exacta donde viene radicado el chequecito. Se supone que tu amigo habla inglés, así que una vez hecha la consulta se vuelve hacia tí y os deskojonáis vivos los dos.... y luego el director/directora/directore de la sucursal cuando se lo contéis. El problema para realizar ésto es el coste de la llamada: Una vez admitido que hemos globalizado ya hasta el chichi de la perra de Hitler, veréis que el coste no es nada del otro mundo... aunque el Banco se la cortaría antes de darlo gratis. De ahí la necesidad de un amigo en la sucursal.
En mi caso, -creo que lo referí ya-, llamamos a una aldea de Alemania, muy cerca de Stromberg, donde naturalmente nos espetaron que esa cuenta no se movía hacía dos años, que estaba en rojo y que vaya paliza de llamadas de otros sitios. Una cuenta, casualidad monstruosa, de un Banco sueco donde tengo YO MI PROPIA cuenta privada!!!.
Aquel verano nos partimos la kaja de cojones comentando todo esto en vacaciones en el Sverige Första, en Mariestad, con mis colegas del MC. No, no, el cheque y las copias de todos los e-milios se quedaron en la Camisaría de los Mosssos.