Capitán Cook
Well-Known Member
Un saludo a todos y una buena cerveza en la mejor compañía.
Hace mucho tiempo que no participo en el foro, pero cuando puedo os sigo porque me ayuda a desconectar como a muchos de vosotros.
Este mensaje que os comento es para compartir una experiencia que hacen que ser propietario de un H.D te haga sentir orgulloso.
Hace unos días, decidí marcharme a rodar como suelo hacer, si todo me lo permite, a comienzo de semana santa. Salí en solitario el domingo, costeando, desde una comarca al norte de Alicante, sin destino programado hacia el sur, buscando buen tiempo y recordando buenos momentos.
Circular sintiendo la vibración de mi evo del 92, es acojonante. Hace que mi mente quede en blanco sólo con mis pensamientos. Circulé por un Autopista nueva que conecta Cartagena con Almería y rodé prácticamente en solitario rodeado de monte árido y mar. Os lo recomiendo. La carretera no terminaba. Es cierto que muchos pensareis que a 90 o 100 en algunos tramos es aburrido, pero ¿no habéis tenido la sensación de que no os gustaría llegar, sólo disfrutar conduciendo lentamente? Si a eso lo unes a la cara de las familias observando por la ventanilla y pensando... ¿qué tipo más raro, de negro y en una moto turquesa A 80 Km./h? Pero da igual, tú a lo tuyo.
Decidí parar a comer en Adra, un pueblo magnífico en la costa de Almería. Comí una sopa de pescado en un pequeño bar frente al puerto. Muy bueno y sobre todo económico. Después de un cigarro, decidí subir a la Alpujarra Almeriense por una carretera comarcal en la que pude disfrutar de todos los aromas que te ofrece este tiempo. Indescriptible. Cuando llevaba varios Km y sed, me detuve en un pueblo que está en las mismas entrañas de la Alpujarra (Ugijar. En un bar al lado del cruce, paré el motor y entré a refrescarme la cara. Al salir hacia la barra, un señor mayor me pregunta ¿eres harlista?, le contesté que sí, dándole la mano sin más ánimo de conversación y con la urgencia de tomar una cerveza bien fría. Comenzó su conversación diciendo "tengo una Fat Boy yo y mi hijo que ahora está entrando, otra", eso hizo que comenzáramos una charla que duró un buen rato comprobado que tenemos amigos comunes de los diferentes "Chapters", (he de decir que no eran muy partidarios, ni yo tampoco), noté que muchas veces encuentras a alguien que comparte tu pasión y eso te reconforta aunque estés lejos de casa. Después de la charla, compartimos los números de móvil y me acompañan a la Heritage. La pongo en marcha y el suave patapam del evo caliente hace que surjan unas sonrisas de complicidad y me despido. Meto primera... bajo con el talón a segunda y suena un crac seco. Se acaba de romper en muelle de retorno del cambio. Paro a unos 200 metros y se acerca un coche que se detiene y veo que eran el padre y el hijo. Me tranquiliza. Despacio, después de mirar, asentir y mover la cabeza los tres de lado a lado, comienzo mi marcha hacia los bastantes kilómetros que faltaban hasta Granada, despacio, haciendo el juego con el pié dada la tremenda holgura del cambio. Padre he hijo me escoltaron cerca de 50 Km, por si la avería continuase y la caja de cambio sufriera alguna rotura a causa del trozo de muelle suelto por dentro. Al incorporarme al autovía que conecta Motríl con Granada, me acompañaron un buen trayecto a una distancia prudente para no incomodarme. Al ver que la enorme subida hasta el cruce de Lanjarón no tuve más historias, me adelantaron y con un golpe de claxon me saludaron. Una vez en el Hotel, les llamé para agradecer el gesto y me comenta José de Ugijar, !No hay de qué hombre!, !para eso somos una familia de harlistas!, Regresé al día siguiente a casa, despacio con la palanca bailando y metiendo las marchas con tiento durante el 380 Km. que faltaban. Al llegar a casa la observé y pensé “ ...una vez más no me has dejado tirado vieja amiga” Me tomé una cerveza a la salud de mis amigos harlistas de la Alpujarra.
Un fuerte abrazo a Pepe y su hijo José de Ugijar.:complice:
Hace mucho tiempo que no participo en el foro, pero cuando puedo os sigo porque me ayuda a desconectar como a muchos de vosotros.
Este mensaje que os comento es para compartir una experiencia que hacen que ser propietario de un H.D te haga sentir orgulloso.
Hace unos días, decidí marcharme a rodar como suelo hacer, si todo me lo permite, a comienzo de semana santa. Salí en solitario el domingo, costeando, desde una comarca al norte de Alicante, sin destino programado hacia el sur, buscando buen tiempo y recordando buenos momentos.
Circular sintiendo la vibración de mi evo del 92, es acojonante. Hace que mi mente quede en blanco sólo con mis pensamientos. Circulé por un Autopista nueva que conecta Cartagena con Almería y rodé prácticamente en solitario rodeado de monte árido y mar. Os lo recomiendo. La carretera no terminaba. Es cierto que muchos pensareis que a 90 o 100 en algunos tramos es aburrido, pero ¿no habéis tenido la sensación de que no os gustaría llegar, sólo disfrutar conduciendo lentamente? Si a eso lo unes a la cara de las familias observando por la ventanilla y pensando... ¿qué tipo más raro, de negro y en una moto turquesa A 80 Km./h? Pero da igual, tú a lo tuyo.
Decidí parar a comer en Adra, un pueblo magnífico en la costa de Almería. Comí una sopa de pescado en un pequeño bar frente al puerto. Muy bueno y sobre todo económico. Después de un cigarro, decidí subir a la Alpujarra Almeriense por una carretera comarcal en la que pude disfrutar de todos los aromas que te ofrece este tiempo. Indescriptible. Cuando llevaba varios Km y sed, me detuve en un pueblo que está en las mismas entrañas de la Alpujarra (Ugijar. En un bar al lado del cruce, paré el motor y entré a refrescarme la cara. Al salir hacia la barra, un señor mayor me pregunta ¿eres harlista?, le contesté que sí, dándole la mano sin más ánimo de conversación y con la urgencia de tomar una cerveza bien fría. Comenzó su conversación diciendo "tengo una Fat Boy yo y mi hijo que ahora está entrando, otra", eso hizo que comenzáramos una charla que duró un buen rato comprobado que tenemos amigos comunes de los diferentes "Chapters", (he de decir que no eran muy partidarios, ni yo tampoco), noté que muchas veces encuentras a alguien que comparte tu pasión y eso te reconforta aunque estés lejos de casa. Después de la charla, compartimos los números de móvil y me acompañan a la Heritage. La pongo en marcha y el suave patapam del evo caliente hace que surjan unas sonrisas de complicidad y me despido. Meto primera... bajo con el talón a segunda y suena un crac seco. Se acaba de romper en muelle de retorno del cambio. Paro a unos 200 metros y se acerca un coche que se detiene y veo que eran el padre y el hijo. Me tranquiliza. Despacio, después de mirar, asentir y mover la cabeza los tres de lado a lado, comienzo mi marcha hacia los bastantes kilómetros que faltaban hasta Granada, despacio, haciendo el juego con el pié dada la tremenda holgura del cambio. Padre he hijo me escoltaron cerca de 50 Km, por si la avería continuase y la caja de cambio sufriera alguna rotura a causa del trozo de muelle suelto por dentro. Al incorporarme al autovía que conecta Motríl con Granada, me acompañaron un buen trayecto a una distancia prudente para no incomodarme. Al ver que la enorme subida hasta el cruce de Lanjarón no tuve más historias, me adelantaron y con un golpe de claxon me saludaron. Una vez en el Hotel, les llamé para agradecer el gesto y me comenta José de Ugijar, !No hay de qué hombre!, !para eso somos una familia de harlistas!, Regresé al día siguiente a casa, despacio con la palanca bailando y metiendo las marchas con tiento durante el 380 Km. que faltaban. Al llegar a casa la observé y pensé “ ...una vez más no me has dejado tirado vieja amiga” Me tomé una cerveza a la salud de mis amigos harlistas de la Alpujarra.
Un fuerte abrazo a Pepe y su hijo José de Ugijar.:complice: