Te vas a cargar los escapes, entonces. Olvida la lana de acero ultrafina y dale caña -cuantoas más untadas mejor- con el más poderoso decapante que puedas encontrar en droguerías. Lo puedes ir empujando y paseando con media pinza de la ropa, que es de madera, pero jamás metal para fregarlo. Si Dios te ha dado un pulso digno de Salvador Dalí antes de reírse del mundo, puede ayudar con un buen rascavidrios manteniendo siempre la cuchilla a menos de 30 grados de ataque sobre el tubo, y jamás de los jamases en líneas longitudinal al tubo.
¡¡Ojo: Siempre que estemos hablando de escapes cromados!!
Los que vienen pintados con polvo de carbonilla ya son muy malasombra. Zorry very mucho, entonces. Pero atacar siempre con decapantes... so pena de gastarse un pastón en cromado. O lo más usual: Tirarlos de la amargura y comprarse unos "Chance & Vought Sstruendous Thunderingses". Y entonces será mucho más pastón.