Un cura castellano va destinado a una parroquia de Cataluña. En el sermón del domingo se expresa así:
- Amados feligreses; hoy vamos hablar de Adán y Eva y lo que les ocurrió en el Paraíso.
Tenemos en primer lugar a Adán, hombre honrado, noble, sincero y bueno como no podía ser de otra forma dado que era castellano....
A su lado tenemos a Eva, mujer pérfida, envidiosa, avara y traidora...claro, normal, puesto que era catalana.
Los feligreses, cabreados, se largan de la iglesia y al día siguiente van a presentar sus quejas al Obispo, el cual manda llamar al cura y le amonesta severamente, prohibiéndole que en futuros discursos no haga más menciones de catalanes y castellanos.
Llega el siguiente domingo y el cura empieza un nuevo sermón:
- Amados feligreses hoy vamos hablar de Caín y Abel.
Tenemos en primer lugar Abel, un ser sano, inocente y puro, un buenazo lleno de virtudes...que por cierto era de Segovia...
Por el contrario, su hermano Caín era malvado, traidor, rencoroso y mezquino... dicho sea de paso, había nacido en Sabadell...
Se repite el cabreo entre los feligreses y una nueva queja al Obispo.
Este manda llamar otra vez al cura y le da un ultimátum, asegurándole que la próxima vez que se repita la historia, hablará con el Papa para que lo echen de la Iglesia.
Llega el tercer domingo, y el cura empieza su sermón:
- Amados feligreses; hoy vamos a hablar de "la última cena".
Estaba Jesucristo con sus discípulos y dice: "Hijos míos esta noche uno de vosotros me va a traicionar"....
Se levanta San Pedro y pregunta:
- "¿Seré yo acaso maestro"?.
A continuación es San Juán quien pregunta:
- "Maestro, ¿acaso soy yo quien te va a traicionar?.
Y así hasta que se levanta Judas y pregunta?:
- "Mestre, ¿em deixeu sucar una mica de pà en el vi, siusplau?"