trepax
Well-Known Member
Por fin, hace unos 6 meses que tengo conmigo una Sporter 883 Xl del 2010 pintada en Vivid Pearl que le da un toque retro como a mi me gusta (por cierto este color son 300€ extras). De entre todos los modelos Sporter esta es la que más me gusta, incluso más que los modelos del 2011, pero para gustos colores.
La compre casi a ciegas, en mi vida había subido en una HD, las había visto de cerca, les había hecho fotos, las había oído pero nunca me había montado en una.
La primera vez que salí del concesionario con ella, la sensación fue indescriptible, un motor sólido que latía como las antiguas 4t de antaño, me recordaba por su repiquetear de válvulas a una Ducati Road que tuve por los 80, cierto es que los modelos actuales de Sporter suenan menos con los escapes de serie y por ello siempre notas el repiquetear de las válvulas, que a mi personalmente me gusta.
Escogí la 883, por que con esa cilindrada ya tenia suficiente, total para ir por autopista a 120 km/h y por carretera entre 80 y 100 Km/h la Sporter va sobrada. Era consciente que no me compraba una moto para correr, sino para disfrutar viajando tranquilamente admirando el paisaje y sin sacar rodilla.
Los primeros 1.600 Km los hice en trayectos cortos, a veces urbanos, a veces por carretera pero no más de 40 km, con tranquilidad y sin forzar para nada la maquina, hasta que pude percibir paulatinamente por el sonido como se iba asentando.
En esos primeros recorridos aprendí unas cuantas cosas:
1- Rasqué varias veces los escapes en las curvas de derechas en carreteras reviradas por no conocer mi maquina, sobre todo si están mal aperaltadas, cosa que con el tiempo ya le he ido tomando las medidas y no me pasa.
2- Que la Sporter va corta de frenos y por ello hay que anticipar siempre las cosas y dejar una distancia de seguridad por si las moscas, esta moto no clava ni de coña, pero siendo consciente de ello te das cuenta que pide una conducción suave y se comporta de maravilla.
3- Que si pones la primera con la pata de cabra la cosa se para o bien no arranca, de agradecer.
4- Como pesa un montón la moto en carretera va sobre raíles, traza de maravilla y da una gran sensación de seguridad.
5- Vigilar con los Badenes de la entrada a algunos pueblos, que esta moto es muy baja y hay que ir con cuidado porque es fácil tocar los bajos.
6- Aprendí a aparcarla de culo, que mover la moto en parado es una pasada, hombre prevenido vale por dos.
7- Con una Sporter sientes toda la carretera en tu culo, la amortiguación es justa, pero a mi personalmente me gusta ese tacto, todo son gustos
Una vez recorridos 1.600 Km la llevo a la revisión de las 1.000 Millas en concesionario oficial HD, espacio HD de Barcelona, unos profesionales como la copa de un pino, atentos y con un excepcional post-venta, la revisión 180€ y a rodar.
Una vez hechos esos 1.600 Km decido hacer un viaje de 500Km de Barcelona a Pamplona. Es en este viaje en solitario dónde disfruto de la experiencia de conducir una HD, con medias de 80 a 120 Km/h la Sporter cumple de maravillosa, el motor late su ronroneo típico de los motores HD y me da la sensación que cuantos más Kilómetros hago más fina va. Estoy encantado.
Mi modelo tiene un deposito con una capacidad de 12,5 litros, lo cual me hace parar cada 160 Km sin entrar en reserva pero casi, aunque de todos modos se agradece estirar las piernas admirar el paisaje y cumplir con alguna que otra necesidad fisiológica menor. Eso si el asiento para viajes largos al principio se te hace duro, pero me he acostumbrado rápido, y por ello parar me venia bien.
Por la autovía de Barcelona-Lérida-Jaca completamente solo, puesto que el viaje lo he hecho en septiembre y fuera de temporada alta de vacaciones, la moto es como un tren, a un ritmo constante, tragándose los Km cada vez con más avidez.
Llego a Jaca, y cuento el consumo, 4 repostajes y por un total de 20€ y todavía me sobra para visitar Bernués, el Monasterio de San Juan de la Peña y Santas Cruces y de vuelta a Jaca.
Conclusión: La Harley Sporter 883 XL es una moto tan excepcional como particular, con ella te puedes tragar un montón de Kilómetros, disfrutas del viaje como en ninguna otra moto, si, es una moto sin condiciones que tiene algunos contras que hay que pagar por andar subido en una leyenda y que a la postre te hacen revivir los antiguos viajes de nuestros abuelos que eran una verdadera aventura.
Por ciudad es ágil y precisa, hay que conducir atento y con anticipación que 200 Kgm no se paran así como así, pero conducirla es toda una experiencia.
Si me preguntas por la Sporter, te diré que es una excepcional compra, polivalente y que vale mucho la pena. Habrá motos más cómodas, más veloces, pero solo tienes que probarla para convencerte que compras algo más que una moto, ese algo más es un montón de historia y una manera diferente de desplazarse a los sitios.
Perdonad la extensión pero no he sabido hacerlo más sintético y es que los sentimientos cuesta ponerlos en palabras, almenos a mi
Birras y rafagas para todos
La compre casi a ciegas, en mi vida había subido en una HD, las había visto de cerca, les había hecho fotos, las había oído pero nunca me había montado en una.
La primera vez que salí del concesionario con ella, la sensación fue indescriptible, un motor sólido que latía como las antiguas 4t de antaño, me recordaba por su repiquetear de válvulas a una Ducati Road que tuve por los 80, cierto es que los modelos actuales de Sporter suenan menos con los escapes de serie y por ello siempre notas el repiquetear de las válvulas, que a mi personalmente me gusta.
Escogí la 883, por que con esa cilindrada ya tenia suficiente, total para ir por autopista a 120 km/h y por carretera entre 80 y 100 Km/h la Sporter va sobrada. Era consciente que no me compraba una moto para correr, sino para disfrutar viajando tranquilamente admirando el paisaje y sin sacar rodilla.
Los primeros 1.600 Km los hice en trayectos cortos, a veces urbanos, a veces por carretera pero no más de 40 km, con tranquilidad y sin forzar para nada la maquina, hasta que pude percibir paulatinamente por el sonido como se iba asentando.
En esos primeros recorridos aprendí unas cuantas cosas:
1- Rasqué varias veces los escapes en las curvas de derechas en carreteras reviradas por no conocer mi maquina, sobre todo si están mal aperaltadas, cosa que con el tiempo ya le he ido tomando las medidas y no me pasa.
2- Que la Sporter va corta de frenos y por ello hay que anticipar siempre las cosas y dejar una distancia de seguridad por si las moscas, esta moto no clava ni de coña, pero siendo consciente de ello te das cuenta que pide una conducción suave y se comporta de maravilla.
3- Que si pones la primera con la pata de cabra la cosa se para o bien no arranca, de agradecer.
4- Como pesa un montón la moto en carretera va sobre raíles, traza de maravilla y da una gran sensación de seguridad.
5- Vigilar con los Badenes de la entrada a algunos pueblos, que esta moto es muy baja y hay que ir con cuidado porque es fácil tocar los bajos.
6- Aprendí a aparcarla de culo, que mover la moto en parado es una pasada, hombre prevenido vale por dos.
7- Con una Sporter sientes toda la carretera en tu culo, la amortiguación es justa, pero a mi personalmente me gusta ese tacto, todo son gustos
Una vez recorridos 1.600 Km la llevo a la revisión de las 1.000 Millas en concesionario oficial HD, espacio HD de Barcelona, unos profesionales como la copa de un pino, atentos y con un excepcional post-venta, la revisión 180€ y a rodar.
Una vez hechos esos 1.600 Km decido hacer un viaje de 500Km de Barcelona a Pamplona. Es en este viaje en solitario dónde disfruto de la experiencia de conducir una HD, con medias de 80 a 120 Km/h la Sporter cumple de maravillosa, el motor late su ronroneo típico de los motores HD y me da la sensación que cuantos más Kilómetros hago más fina va. Estoy encantado.
Mi modelo tiene un deposito con una capacidad de 12,5 litros, lo cual me hace parar cada 160 Km sin entrar en reserva pero casi, aunque de todos modos se agradece estirar las piernas admirar el paisaje y cumplir con alguna que otra necesidad fisiológica menor. Eso si el asiento para viajes largos al principio se te hace duro, pero me he acostumbrado rápido, y por ello parar me venia bien.
Por la autovía de Barcelona-Lérida-Jaca completamente solo, puesto que el viaje lo he hecho en septiembre y fuera de temporada alta de vacaciones, la moto es como un tren, a un ritmo constante, tragándose los Km cada vez con más avidez.
Llego a Jaca, y cuento el consumo, 4 repostajes y por un total de 20€ y todavía me sobra para visitar Bernués, el Monasterio de San Juan de la Peña y Santas Cruces y de vuelta a Jaca.
Conclusión: La Harley Sporter 883 XL es una moto tan excepcional como particular, con ella te puedes tragar un montón de Kilómetros, disfrutas del viaje como en ninguna otra moto, si, es una moto sin condiciones que tiene algunos contras que hay que pagar por andar subido en una leyenda y que a la postre te hacen revivir los antiguos viajes de nuestros abuelos que eran una verdadera aventura.
Por ciudad es ágil y precisa, hay que conducir atento y con anticipación que 200 Kgm no se paran así como así, pero conducirla es toda una experiencia.
Si me preguntas por la Sporter, te diré que es una excepcional compra, polivalente y que vale mucho la pena. Habrá motos más cómodas, más veloces, pero solo tienes que probarla para convencerte que compras algo más que una moto, ese algo más es un montón de historia y una manera diferente de desplazarse a los sitios.
Perdonad la extensión pero no he sabido hacerlo más sintético y es que los sentimientos cuesta ponerlos en palabras, almenos a mi
Birras y rafagas para todos