¿Prestaciones? Para la moto que es, la Sportster tiene de sobra.
¿Sonido? A mí me gusta el de serie, me permite disfrutar de un sonido clásico de V-Twin sin molestar nadie y en cualquier sitio.
Ahora, la parte ciclo... de juzgado. Gástate la pasta en una buenas suspensiones, un buen asiento, cambia las pastillas de freno por cualquier marca decente y en cuanto los Dunlop flaqueen, métele Michelin Commander II.
Te parecerá que te has comprado otra moto, tú.