Raúl66
Banned
Sé que es un tema recurrente y puede que incluso ya aburrido. Pero no quería dejar de daros mi punto de vista sobre el asunto, a raíz de una experiencia que acabo de tener. Muchos critican a los concesionarios oficiales de Harley y entiendo que con razón, que sus motivos tendrán para hacerlo, que no se lo van a inventar. Yo soy cliente de uno de ellos de Madrid y, personalmente, no he tenido jamás el más mínimo problema, aunque insisto que cuando la gente se queda por algo será.
Sin embargo, os quería contar lo que me ha pasado con una de las tiendas de referencia de Madrid, Bonneville, en la que he hecho mi primera compra… y la última. Vaya por delante que, por supuesto, ni quiero convencer a nadie de nada, ni decir que esto siempre sea así, sólo os cuento cómo me ha ido a mí y que cada uno saque sus conclusiones.
Tengo que comprar un componente para una Sportster. Me lo vende un personaje con perilla, que me da la impresión me está perdonando la vida porque voy con una moto de serie (que además es de mi chica) y un casco integral. Le pago 66 euros a tocateja, sin un simple ticket. Resulta que la pieza no me sirve y voy a cambiarla. Ya hay otra persona en la tienda, que me dice que sin problema, que me hace un recibo para comprar otra cosa más adelante si en ese momento no necesito nada…
Hasta ahí, todo perfecto, incluso acepto que a estos malotes un “turista” como yo les pueda parecer un pringaó. Me pregunta: “Fueron 60 euros, no? “No, tu socio me cobró 66, pregúntale si quieres”, respondo. Silencio…. Y yo me mosqueo porque sospecho que el otro me ha cobrado de más, pero bueno…Me hace el abono en un papelillo, que me guardo en la cartera, sin mirarlo (error). Hoy vuelvo a comprar otra cosa que necesitaba y cuando voy a pagar veo que el supuesto recibo marca 60 pavos… Sorpresita. ¿Y cómo reclamo ahora yo dos semanas después? Bueno, pago con el ticket y me dice: “Pues nada, en paz… Bueno, en realidad son 59 euros, pero…”. “Nada, tranquilo, para un café…”, contesto.
Cojo mi pieza y me marcho. Lo hago con la sensación de ser un primo y de que me han tangaó siete euros. Pienso en volver y resolver el asunto, pero al final decidido que prefiero no tener una situación desagradable por ese dinero. Eso sí, han perdido un cliente e intentaré que alguno más si alguien me pide referencias sobre ellos…
Imagino que no actuarán así con todo el mundo, seguro que con sus colegas o clientes habituales son enrollados y cojonudos, pero no entiendo por qué conmigo tiene que ocurrir lo que ha ocurrido. La única conclusión que saco de esto es que seguro que hay razones para quejarse de los concesionarios oficiales, pero también para hacerlo con esta gente que consideran que los recién llegados a este mundo (aunque llevemos en moto desde antes que ellos nacieran) casi, casi ni tenemos derecho a la vida.
Perdón por el ladrillo, pero quería explicarlo con detalle por si a alguien le puede ser de utilidad mi experiencia y evitarle otra parecida.
Saludos a todos…
Sin embargo, os quería contar lo que me ha pasado con una de las tiendas de referencia de Madrid, Bonneville, en la que he hecho mi primera compra… y la última. Vaya por delante que, por supuesto, ni quiero convencer a nadie de nada, ni decir que esto siempre sea así, sólo os cuento cómo me ha ido a mí y que cada uno saque sus conclusiones.
Tengo que comprar un componente para una Sportster. Me lo vende un personaje con perilla, que me da la impresión me está perdonando la vida porque voy con una moto de serie (que además es de mi chica) y un casco integral. Le pago 66 euros a tocateja, sin un simple ticket. Resulta que la pieza no me sirve y voy a cambiarla. Ya hay otra persona en la tienda, que me dice que sin problema, que me hace un recibo para comprar otra cosa más adelante si en ese momento no necesito nada…
Hasta ahí, todo perfecto, incluso acepto que a estos malotes un “turista” como yo les pueda parecer un pringaó. Me pregunta: “Fueron 60 euros, no? “No, tu socio me cobró 66, pregúntale si quieres”, respondo. Silencio…. Y yo me mosqueo porque sospecho que el otro me ha cobrado de más, pero bueno…Me hace el abono en un papelillo, que me guardo en la cartera, sin mirarlo (error). Hoy vuelvo a comprar otra cosa que necesitaba y cuando voy a pagar veo que el supuesto recibo marca 60 pavos… Sorpresita. ¿Y cómo reclamo ahora yo dos semanas después? Bueno, pago con el ticket y me dice: “Pues nada, en paz… Bueno, en realidad son 59 euros, pero…”. “Nada, tranquilo, para un café…”, contesto.
Cojo mi pieza y me marcho. Lo hago con la sensación de ser un primo y de que me han tangaó siete euros. Pienso en volver y resolver el asunto, pero al final decidido que prefiero no tener una situación desagradable por ese dinero. Eso sí, han perdido un cliente e intentaré que alguno más si alguien me pide referencias sobre ellos…
Imagino que no actuarán así con todo el mundo, seguro que con sus colegas o clientes habituales son enrollados y cojonudos, pero no entiendo por qué conmigo tiene que ocurrir lo que ha ocurrido. La única conclusión que saco de esto es que seguro que hay razones para quejarse de los concesionarios oficiales, pero también para hacerlo con esta gente que consideran que los recién llegados a este mundo (aunque llevemos en moto desde antes que ellos nacieran) casi, casi ni tenemos derecho a la vida.
Perdón por el ladrillo, pero quería explicarlo con detalle por si a alguien le puede ser de utilidad mi experiencia y evitarle otra parecida.
Saludos a todos…