Es un vídeo serio. En la tribu Nzengha, al norte de la región de Oh-Kémango, los brujos siguen siendo médicos, maestros y gobernantes (un poco como aquí).
El tratamiento representado aquí es la cura -total- de las jaquecas post-vacacionales y de la depresión post-coital. Según las crónicas, si falla el tratamiento te cortan una u otra cabeza, y no se ha sabido jamás de ningún fallo. Posiblemente por ello, en esta tribu sólo hacen vacaciones el brujo, sus hijos y el delegado del gobierno de Jartúm, y los individuos del género masculino son famosos en toda el Africa negra porque follan menos que la mona de Tarzán.
La manipulación en sí no es tan cruel como pueda parecer, dado que el viaje de "medicina" (mescalina al 60% mínimo) que se le administra al "paciente" le hace inmune a tortazos, guantazos, ataques al corazón e incluso disfrutará de sensaciones eróticas de diferente cariz. En 1998, unos cooperantes bienaventurados de una fundasión pa la copèrasión bien cooperada del ayuntamiento de La Mata de San Espirdiano grabaron una sesión de éstas, y en medio de la lluvia de bofetadas que le caían al feliz capullo de la toalla enrollá, babeaba de placer, ponía los ojos en blanco y llamaba al brujo "vidita mía".