A la LVR25 quería venir ese del semáforo. Le dije que no, por principios. Se lo tomó mal y se fue a la calle de la llorería. A la semana, la vendió y se compró una Indian.
Bienvenido Purete.
Un par de esas jarlins vinieron a la LVR25.
Uno era un flojo que solo quería piscina y poca ruta.
El otro era un bicho que fumaba unos puracos que daban gusto.
No seas tímido.
Aquí hay mucha gente loca. Menos yo.
No foto. No moto.