moriwoki
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Viene de la primera parte...
...
Puede correr, si es necesario, si quieres, si surge; sin embargo, una vez que eso me queda claro, vuelvo a un ritmo razonable: no pienso perderme innecesariamente el entorno por el que transciende mi marcha y disfruto de la mezcla paisaje-carretera-moto. Para eso está hecha una custom.
Decido probar suerte por autovía, y nuevamente, si quiero, puedo llevar ritmos altos. Me encuentro cómodo, a pesar de la posición, el viento me castiga menos que, por ejemplo, en una XR1200X a la misma velocidad, esto nuevamente constituye una virtud de este diseño de manillar. Subo hasta sexta y entonces se ilumina en el reloj un 6, esta marcha representa un mero ahorro de combustible.
Se enciende la luz de la reserva y en el pequeño reloj digital desaparece cualquier otra información que tuvieras seleccionada. Te indica que tienes una autonomía menor de 50 kilómetros: todo dependerá de tu puño.
Paro en una gasolinera y el dependiente no concibe el aparato – pero ¿esto qué es? –. Sin embargo, lo que verdaderamente no concibe es el tapón del deposito sin llave, me tengo que tragar una suave charla –Una moto como ésta no se puede consentir que te la vendan con un tapón sin llave–. No entro en muchas explicaciones y miro los datos: 235 kilómetros y 14,8 litros; consumo en ciudad, carretera y autopista, con diferentes ritmos. Sinceramente me parece bueno.
La experiencia me ha gustado, Lucifer ha satisfecho mis deseos. El precio, entorno a los 17000€. En cuanto a mi alma, ahí le engañé yo a él, no soy un motero de fin de semana con dinero y un tipo de vida aparte de lunes a viernes, de ésos que se disfrazan de Hell Ride el sábado y domingo; soy igual un martes y un sábado. Hace tiempo que pertenezco al lado oscuro del custom, hace tiempo que no me planteo la ilógica de ciertas motos, sólo las disfruto; si me lo planteara, me perdería el placer de conducir algunas maravillas y la fiesta y el sufrimiento de ir los domingos a ver al Aleti… Por cierto, curiosamente, el Atlético de Madrid y Harley Davidson se fundaron en el mismo año: Es el destino de lo ilógico.
Aun así no reniego por norma, me informo de las evoluciones, las respeto y también las comparto si están bien hechas y tienen un mínimo respeto por un espíritu que es emblema. A todos los modelos de la MoCo les encuentro su porqué: unos me gustan mucho, otros menos y otros nada, pero no entiendo por qué si una Harley como la Fat Bob es estable y frena, ha de perder ese espíritu. Eso sí, le cambiaría el sonido quitándole la mordaza, al fin y al cabo es una Harley y como nos enseñaron los Rolling, es sólo rock’n roll, pero me gusta.
Segunda opinión
Expuse esta Dyna Fat Bob frente a la cristalera del bar de Ramón (ver prueba XR 1200 X http://www.portalmotos.com/www/contenidos.asp?contentid=7230) para someterla a su severo juicio artístico. La contempló mientras se llevaba el cigarrillo a la boca para fumarlo con ese pausado deleite con el que ya no se fuma. Repitió el mismo calificativo que le dio a la XR, pero esta vez más de una forma mucho más sobria, y añadió un comentario después: “Es más clásica, más curva”, y posando la mirada vacía sobre la Fat Bob, se trasladó en el tiempo, remontando unos años atrás. Me contó cómo, visitando una exposición del hiperealismo norteamericano que se montó en los bajos de la Biblioteca Nacional, se dio prácticamente de bruces con cuadro impactante y monumental que recogía la imagen de una Harley. Evidentemente, no supo decirme cuál, tan sólo que era muy clásica y que la Dyna Fat Bob se la había recordado en el primer momento que la vio.
Una muestra más de que Harley traspasa la mera belleza de la atracción y penetra en el mundo del arte, de los museos y las galerías, sirve mencionar otro ejemplo en exposición del pintor David Uhl.
http://www.portalmotos.com/www/contenidos.asp?contentid=7314
Soy un neófito absoluto en el mundo Harley, y, aunque es cierto que he leído bastante sobre ellas y escuchado también hablar mucho –a veces tengo la impresión de que quizá más de la cuenta-, confieso que mi experiencia se reduce a un breve paseo en una Sporster 883 y a la prueba de la XR 1200 X (de la que escucho decir a muchos que no es propiamente una Harley). Lo cierto es que en este momento me encuentro un tanto desconcertado porque no he encontrado hasta ahora nada de lo que he leído o escuchado sobre las Harley, tampoco en esta nueva Dyna, ni mucho menos. La Dyna Fat Bob corre, corre mucho, y os lo dice alguien que a lo largo del año intenta mejorar sus modestos tiempos en las distintas pistas de este país. Esta Dyna frena como Dios manda o, si se prefiere, como cabría esperar de una moto que corre mucho. Esta Dyna se tiene muy bien en medio de la curva y llegarías a inclinar con ella una infinidad más de lo que permite su distancia custom al suelo.
Por otro lado, cuando supe que esta Harley monta un motor de 1600 combinado con una caja de cambios de seis relaciones, me pareció sencillamente una sinrazón, un despropósito dada la filosofía que les suponía a estos motores: lentos y perezosos. Por contra, me encontré con este 1600, que desde luego ofrece el par esperado por su tamaño, pero que, además, sorprende con una inesperada alegría que anima a enroscar el acelerador para empalmar una marcha con la siguiente, cambiando con una soltura y un sincronismo propios de cualquier motor con pretensiones, a priori, mucho más dinámicas.
La posición es radicalmente custom e, inducido por mis hábitos europeos, no pude evitar echar el pie al suelo las primeras veces que busqué el apoyo de la estribera. Una postura que encontré muy natural a pesar de lo desacostumbrada que me resulta.
Colocado en esa posición sobre un motor con bajos de locomotora diésel no cabe ninguna duda de que esta moto nos invita al paseo, a dejar que el mundo desfile pausadamente mientras lo contemplamos a babor y estribor; sin embargo en el momento en que enroscas el acelerador, el propulsor de esta Dyna Fat Bob incita –resultará que soy un quemado incorregible- a dejarte catapultar con su fuerza a por la siguiente marcha y a por la siguiente… y después, tirar de la maneta de freno con la confianza puesta en el doble disco flotante y en la robustez de la horquilla para conseguir una firme retención y meterte en la curva con asombrosa facilidad, asombrosa hasta la contradicción si recordamos en ese momento la longitud total.
Pegas:
-Imposiciones de la moda marcan, en general en todas la custom, una distancia exigua entre la esfera de los espejos y el puño de cada lado. Esta colocación resta visibilidad: se la come el dorso del guante, y a los que tenemos la mano grande nos deja un espacio demasiado estrecho que lleva a tropezar con mucha facilidad al hacer maniobras rápidas en busca del freno o el embrague.
-No es cuestión de repetir en cada prueba de una Harley la precariedad de un tapón de combustible sin llave. Dado que se trata de una técnica generalizada en la marca, la mencionamos esta vez más y la obviaremos en las siguientes.
FICHA TÉCNICA
MOTOR: Twin Cam refrigerado por aire
CILINDRADA: 1584 cc
POTENCIA: 57 Kw (aproximadamente 77 cv)
DIAMETRO DE CARRERA: 95,3 mm
PAR MOTOR: 126 Nm
RELACCION DE COMPRESION: 9,2:1
ALIMENTACION: Sistema de inyección electrónica secuencial ESPFI
CAMBIO: 6 marchas
EMBRAGUE: Multidisco en baño de aceite
SUSPENSION DELANTERA: Horquilla telehidraulica
SUSPENSION TRASERA: Doble amortiguador lateral
FRENO DELANTERO: Doble disco flotante con 4 pistones fijos
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Puede correr, si es necesario, si quieres, si surge; sin embargo, una vez que eso me queda claro, vuelvo a un ritmo razonable: no pienso perderme innecesariamente el entorno por el que transciende mi marcha y disfruto de la mezcla paisaje-carretera-moto. Para eso está hecha una custom.
Decido probar suerte por autovía, y nuevamente, si quiero, puedo llevar ritmos altos. Me encuentro cómodo, a pesar de la posición, el viento me castiga menos que, por ejemplo, en una XR1200X a la misma velocidad, esto nuevamente constituye una virtud de este diseño de manillar. Subo hasta sexta y entonces se ilumina en el reloj un 6, esta marcha representa un mero ahorro de combustible.
Se enciende la luz de la reserva y en el pequeño reloj digital desaparece cualquier otra información que tuvieras seleccionada. Te indica que tienes una autonomía menor de 50 kilómetros: todo dependerá de tu puño.
Paro en una gasolinera y el dependiente no concibe el aparato – pero ¿esto qué es? –. Sin embargo, lo que verdaderamente no concibe es el tapón del deposito sin llave, me tengo que tragar una suave charla –Una moto como ésta no se puede consentir que te la vendan con un tapón sin llave–. No entro en muchas explicaciones y miro los datos: 235 kilómetros y 14,8 litros; consumo en ciudad, carretera y autopista, con diferentes ritmos. Sinceramente me parece bueno.
La experiencia me ha gustado, Lucifer ha satisfecho mis deseos. El precio, entorno a los 17000€. En cuanto a mi alma, ahí le engañé yo a él, no soy un motero de fin de semana con dinero y un tipo de vida aparte de lunes a viernes, de ésos que se disfrazan de Hell Ride el sábado y domingo; soy igual un martes y un sábado. Hace tiempo que pertenezco al lado oscuro del custom, hace tiempo que no me planteo la ilógica de ciertas motos, sólo las disfruto; si me lo planteara, me perdería el placer de conducir algunas maravillas y la fiesta y el sufrimiento de ir los domingos a ver al Aleti… Por cierto, curiosamente, el Atlético de Madrid y Harley Davidson se fundaron en el mismo año: Es el destino de lo ilógico.
Aun así no reniego por norma, me informo de las evoluciones, las respeto y también las comparto si están bien hechas y tienen un mínimo respeto por un espíritu que es emblema. A todos los modelos de la MoCo les encuentro su porqué: unos me gustan mucho, otros menos y otros nada, pero no entiendo por qué si una Harley como la Fat Bob es estable y frena, ha de perder ese espíritu. Eso sí, le cambiaría el sonido quitándole la mordaza, al fin y al cabo es una Harley y como nos enseñaron los Rolling, es sólo rock’n roll, pero me gusta.
Segunda opinión
Expuse esta Dyna Fat Bob frente a la cristalera del bar de Ramón (ver prueba XR 1200 X http://www.portalmotos.com/www/contenidos.asp?contentid=7230) para someterla a su severo juicio artístico. La contempló mientras se llevaba el cigarrillo a la boca para fumarlo con ese pausado deleite con el que ya no se fuma. Repitió el mismo calificativo que le dio a la XR, pero esta vez más de una forma mucho más sobria, y añadió un comentario después: “Es más clásica, más curva”, y posando la mirada vacía sobre la Fat Bob, se trasladó en el tiempo, remontando unos años atrás. Me contó cómo, visitando una exposición del hiperealismo norteamericano que se montó en los bajos de la Biblioteca Nacional, se dio prácticamente de bruces con cuadro impactante y monumental que recogía la imagen de una Harley. Evidentemente, no supo decirme cuál, tan sólo que era muy clásica y que la Dyna Fat Bob se la había recordado en el primer momento que la vio.
Una muestra más de que Harley traspasa la mera belleza de la atracción y penetra en el mundo del arte, de los museos y las galerías, sirve mencionar otro ejemplo en exposición del pintor David Uhl.
http://www.portalmotos.com/www/contenidos.asp?contentid=7314
Soy un neófito absoluto en el mundo Harley, y, aunque es cierto que he leído bastante sobre ellas y escuchado también hablar mucho –a veces tengo la impresión de que quizá más de la cuenta-, confieso que mi experiencia se reduce a un breve paseo en una Sporster 883 y a la prueba de la XR 1200 X (de la que escucho decir a muchos que no es propiamente una Harley). Lo cierto es que en este momento me encuentro un tanto desconcertado porque no he encontrado hasta ahora nada de lo que he leído o escuchado sobre las Harley, tampoco en esta nueva Dyna, ni mucho menos. La Dyna Fat Bob corre, corre mucho, y os lo dice alguien que a lo largo del año intenta mejorar sus modestos tiempos en las distintas pistas de este país. Esta Dyna frena como Dios manda o, si se prefiere, como cabría esperar de una moto que corre mucho. Esta Dyna se tiene muy bien en medio de la curva y llegarías a inclinar con ella una infinidad más de lo que permite su distancia custom al suelo.
Por otro lado, cuando supe que esta Harley monta un motor de 1600 combinado con una caja de cambios de seis relaciones, me pareció sencillamente una sinrazón, un despropósito dada la filosofía que les suponía a estos motores: lentos y perezosos. Por contra, me encontré con este 1600, que desde luego ofrece el par esperado por su tamaño, pero que, además, sorprende con una inesperada alegría que anima a enroscar el acelerador para empalmar una marcha con la siguiente, cambiando con una soltura y un sincronismo propios de cualquier motor con pretensiones, a priori, mucho más dinámicas.
La posición es radicalmente custom e, inducido por mis hábitos europeos, no pude evitar echar el pie al suelo las primeras veces que busqué el apoyo de la estribera. Una postura que encontré muy natural a pesar de lo desacostumbrada que me resulta.
Colocado en esa posición sobre un motor con bajos de locomotora diésel no cabe ninguna duda de que esta moto nos invita al paseo, a dejar que el mundo desfile pausadamente mientras lo contemplamos a babor y estribor; sin embargo en el momento en que enroscas el acelerador, el propulsor de esta Dyna Fat Bob incita –resultará que soy un quemado incorregible- a dejarte catapultar con su fuerza a por la siguiente marcha y a por la siguiente… y después, tirar de la maneta de freno con la confianza puesta en el doble disco flotante y en la robustez de la horquilla para conseguir una firme retención y meterte en la curva con asombrosa facilidad, asombrosa hasta la contradicción si recordamos en ese momento la longitud total.
Pegas:
-Imposiciones de la moda marcan, en general en todas la custom, una distancia exigua entre la esfera de los espejos y el puño de cada lado. Esta colocación resta visibilidad: se la come el dorso del guante, y a los que tenemos la mano grande nos deja un espacio demasiado estrecho que lleva a tropezar con mucha facilidad al hacer maniobras rápidas en busca del freno o el embrague.
-No es cuestión de repetir en cada prueba de una Harley la precariedad de un tapón de combustible sin llave. Dado que se trata de una técnica generalizada en la marca, la mencionamos esta vez más y la obviaremos en las siguientes.
FICHA TÉCNICA
MOTOR: Twin Cam refrigerado por aire
CILINDRADA: 1584 cc
POTENCIA: 57 Kw (aproximadamente 77 cv)
DIAMETRO DE CARRERA: 95,3 mm
PAR MOTOR: 126 Nm
RELACCION DE COMPRESION: 9,2:1
ALIMENTACION: Sistema de inyección electrónica secuencial ESPFI
CAMBIO: 6 marchas
EMBRAGUE: Multidisco en baño de aceite
SUSPENSION DELANTERA: Horquilla telehidraulica
SUSPENSION TRASERA: Doble amortiguador lateral
FRENO DELANTERO: Doble disco flotante con 4 pistones fijos